VALÈNCIA. Cuando el verano llega a la Comunitat Valenciana, no solo pensamos en sol y playa. También en tradiciones, en una explosión de color, de pólvora, de música, en todos esos pueblos que se visten de fiesta. Y es que, de norte a sur, en la época estival, cada rincón de la Comunitat Valenciana celebra su identidad con fervor y alegría, e invita a quien quiera a compartirlos.
Algunas de estas fiestas de la Comunitat Valenciana han sido reconocidas como Patrimonio de la humanidad de la UNESCO, como las Fallas de València, pero también el Misteri d’Elx o las Fiestas de la Mare de Déu de la Salut de Algemesí.
Acercarse hasta Elx del 11 al 15 de agosto es vivir El Misteri d’Elx, una joya del teatro religioso medieval que recrea la muerte, asunción y coronación de la Virgen María. Se celebra en la majestuosa basílica de Santa María ante un público silencioso y emocionado que asiste a un rito que une fe, arte y hermandad. Una experiencia que supone un viaje hasta la época medieval y la excusa perfecta para conocer la ciudad con más palmeras de Europa.
También merece la pena acercarse hasta Algemesí el 7 y el 8 de septiembre, cuando se celebra la Fiesta de la Mare de Déu de la Salut. Durante estos días, las calles se llenan de música, de color y de tradición para rendir homenaje a su patrona, cuya imagen, según cuenta la leyenda, fue hallada en el siglo XV en el tronco de una morera.

Lo que empezó como una celebración de barrio se extendió por todo el pueblo, convirtiéndose con los años en un símbolo de identidad y de cultura. Aquí no hay actores ni espectadores: todo el pueblo participa, llenando las calles de música de tabal i dolçaina, de colores vivos y de una emoción colectiva. Prueba de ello es la Muixeranga, una torre de 500 personas que es símbolo de unión, superación y hermanamiento del pueblo.
Dos planes para las vacaciones cargados de tradición, de historia, de cultura y de belleza para sumergirse en la cultura de la Comunitat Valenciana.
Pero hay más, mucho más. Y es que son varias las localidades que en verano celebran sus fiestas de Moros y Cristianos.
En Orihuela, del 13 al 19 de julio, las comparsas desfilan entre palacios barrocos y callejuelas medievales, luciendo trajes que son unas auténticas obras de arte. Esta población conmemora la Leyenda de la Armengola, la historia de una mujer cristiana que alertó de los peligrosos planes por parte del entonces alcalde moro del Castillo, Bezaddon. Se recrean batallas entre desfiles, pólvora y cómo no, con el magnífico acompañamiento de las bandas de música.

También Villajoyosa celebra sus Moros y Cristianos y lo hace Del 24 al 31 de julio. La fiesta se vuelve aquí marítima: los moros desembarcan desde el mar en una recreación única que culmina con una gran batalla en la playa. Todo un viaje en el tiempo a través de los arcabuces, la reconquista, la victoria cristiana y la devolución simbólica del bando moro al mar.
Ontinyent se suma a la celebración de Moros y Cristianos del 17 al 25 de agosto.
Aquí, la pólvora resuena con una potencia ancestral: sus arcabuceros protagonizan la Entrada, un desfile colosal donde las bandas de música son tan importantes como los trajes. Y es que esta es una de las fiestas de moros y cristianos más arraigadas de nuestro territorio, en honor al Santísimo Cristo de la Agonía. El tercer domingo del mes de agosto, se organiza el Desayuno de la Lágrima y el Pregón de las Fiestas, y durante los días que siguen no dejan de tener lugar actividades.
Tampoco hay que perderse la fiesta de Moros y Cristianos de Xixona, la patria del turrón, que tiene lugar del 22 al 24 de agosto. Uno de sus actos más representativos es el Moro Traidor, que recrea el juicio, y el traslado al castillo. La fiesta mezcla tradición, fuego y música en un espectáculo que une a toda la comunidad.

Pero no acaban aquí las opciones de conocer las fiestas y tradiciones de la Comunitat Valenciana este verano.
En Pinedo, Les Joies ofrecen un refrescante espectáculo: carreras de caballos sobre la arena de la playa con la única condición de que los jinetes vayan sin ningún tipo de montura y llevando la “joia” atada al cuello. Esta “joia” es un pañuelo de seda de distintos colores sobre una corona de laurel, que antiguamente se regalaba a la mujer amada al finalizar la carrera.
Si somos amantes del vino, no podemos perdernos, la Feria y Fiesta de la Vendimia de Requena que une vino, cultura y folclore en una celebración que honra el trabajo de la tierra con desfiles, conciertos, catas y ofrendas. Un placer para todos los sentidos que se celebra del 20 al 31 de agosto.
Y si lo que queremos es vivir una experiencia trepidante y festiva, sin duda debemos ir el 27 de agosto a Buñol, a conocer su Tomatina, que tiñe de rojo las calles en una batalla de tomates pacífica, convertida en fenómeno internacional de turismo festivo.

Para acabar por todo lo alto, podemos presenciar La Cordà de Paterna que se celebrará el 31 de agosto y que es uno de los actos más espectaculares de nuestro territorio vinculados a la tradición de la pirotecnia. Allí se prenden más de 70.000 cohetes creando una maravillosa fiesta de luz que le ha valido a la localidad la declaración de "Ciutat del Foc".
En definitiva, las fiestas del verano en la Comunitat Valenciana son mucho más que folclore: son patrimonio, son alegría, son el alma de un territorio que sabe celebrar su historia con altas dosis de creatividad y de emoción. Y para el viajero, son una invitación a vivir la Comunitat Valenciana con todos los sentidos.
Se pueden consultar todas las fiestas en el portal turístico de la Comunitat Valenciana: https://www.comunitatvalenciana.com/es/fiestas
