VALÈNCIA. La fotografía de un cumpleaños, con las velas todavía iluminadas a la espera de un deseo. La imagen de un abrazo, sin importar dónde o cuándo. Una presentación fallera, luciendo las mejores galas de camino a la Ofrenda. Todos ellos son recuerdos cotidianos, aquellos sobre los que, seguramente, no repararíamos en un día normal, pero el pasado 29 de octubre no fue un día normal. Hace más de medio año que la trágica Dana azotó a numerosos municipios valencianos, que aún hoy conviven con las consecuencias de la riada en paralelo a un proceso recuperación que mira a lo económico pero que, también y forzosamente, debe pasar por lo emocional.
Es este último grupo se enmarca una buena parte del trabajo de recuperación fotográfico que está llevando a cabo en los últimos meses la Universitat de València (UV) a través del proyecto #SalvemLesFotos, una ingente tarea que hoy suma alrededor de 1,5 millones de imágenes recibidas de unas 800 familias, personas que han confiado en ellos la recuperación de unos recuerdos manchados por el barro. Poco a poco, con mucho esfuerzo, van volviendo a tomar color esas imágenes de cumpleaños o vacaciones, recuerdos de una vida que hoy lo valen todo.
Algunas de estas fotografías se exponen ahora en el Centre del Carme (CCCC) a través de la muestra ANDANA. Lugares de memorias, un proyecto que pone en valor el trabajo realizado desde los cinco laboratorios habilitados por la universidad en Torrent, Alfafar, Algemesí, Utiel, Burjassot y Alaquàs. La exposición muestra, de manera consciente, una mirada “positiva” y de “agradecimiento” a los voluntarios, una mirada que pone el foco en la solidaridad frente a “unas imágenes de destrucción que ya tenemos todos muy interiorizadas”, explicó Beatriz Santamarina, comisaria de la muestra junto a Teresa Vicente, Alejandra Nieto, Chiara Carzan, Sofia Valota y Laura Itzel García.
“Esta catástrofe que todos vivimos nos despertó no solo muchos interrogantes sino que también movió a gran parte de nuestra sociedad. Esta exposición quiere mostrar ese agradecimiento a esas personas que desde el primer minuto estuvieron presentes y ayudan a impulsar a las instituciones que a veces son más lentas”, recalcó por su parte la vicerrectora de Cultura y Sociedad de la UV, Ester Alba, quien subrayó la necesidad de que en el camino a la recuperación también se tenga en cuenta ese aspecto personal y emocional.
La reivindicación queda fuera -salvo por parte del gerente del Consorci de Museus, Nicolás Bugeda, quien aprovechó la presentación a medios para recriminar al Gobierno de España la falta de “apoyo” económico- en un proyecto que mira a lo pequeño, al gesto. Es a través de los recuerdos de las familias Aguilar, Beltrán, Verdoy y Carmona que el visitante atenderá a ese trabajo de recuperación de la memoria íntima, fotografías rescatadas de entre el barro por sus propios protagonistas o por voluntarios que ahora, de manera accidental, forman parte de un museo. "Sin memoria no puede haber recuperación", señaló Bugeda.
Estos álbumes familiares que ahora se comparten con el público del Centre del Carme no son la única mirada a la Dana que da forma a ANDANA. Lugares de memorias, una exposición que se complementa con el trabajo del fotógrafo de los fotógrafos Pablo Santamarina y Juan Peiró, con un homenaje -bajo el título 'Sois lo mejor'- al voluntariado que acudió a la zona afectada tras la inundación a través de catorce retratos.
De igual forma, la expxosición también muestra el trabajo desarrollado por el alumnado del máster PERMEA a través del que se busca dar voz a los jóvenes del IES Berenguer Dalmau de Catarroja, desplazados al IES Massanassa. En esta última sección, ‘Relatos de la escuela’, un grupo de comisarias y mediadoras culturales traducen al lenguaje expositivo el ejercicio de "escucha consciente y sensible" que han desarrollado en est tiempo de la mano tanto del alumnado como del profesorado del centro.
