VALÈNCIA.El pasado mes de marzo la actriz valenciana Tania Fortea escribía una carta al futuro en Culturplaza en la que pedía más trabajo para las actrices valencianas y nuevos relatos para presentar a “personajes femeninos que se convierten en protagonistas y lo hacen también con sus defectos y contradicciones”. Pedía hacerlo a través de obras en las que se pueda retratar a mujeres “que tienen su oscuridad y que cuentan nuevas historias”. Sin desvelarlo por completo le estaba escribiendo a su personaje: la mejor amiga de Maje, interpretada por la actriz Ivana Baquero en la película La viuda negra, que cuenta la historia de ‘la viuda negra de Patraix’, uno de los crímenes más mediáticos de la historia de España y que acaba de estrenarse en Netflix.

En este film se relata la historia del asesinato de Antonio Navarro, quien en el 2017 apareció acuchillado en un aparcamiento de Patraix. Un crimen que, de forma inesperada, hizo que se posaran todas las miradas sobre María Jesus Moreno, su pareja sentimental de aquel entonces -también conocida como Maje- que ahora se convierte en la protagonista de esta sangrienta película. Dirigida por Carlos Sedes y producida por Bambú Producciones -creadora de series como El caso Asunta y El caso Alcàsser-  el film viaja al corazón de Patraix para ficcionar este crimen en el que una joven Maje de 27 años que se ve en una espiral de una vida que “no desea”. Le sigue la pista la actriz Carmen Machi, quien interpreta a la inspectora de homicidios de la Policía Nacional que va tras su caso. 

El 'acento' valenciano en este relato, nacido en el barrio de Patraix, lo pone Fortea quien ha estado grabando en Madrid junto a Sedes y a la que le llegó este encargo casi de sorpresa: “Formo parte del relato dando vida a la mejor amiga de Maje, que funciona en la película como una de sus grandes confidentes. De esta experiencia me llevo el haber trabajado con dos actrices de gran talla como Barquero y Carmen Machi, con las que es imposible no aprender algo nuevo”. Sobre el rodaje confiesa que se sintió una más desde el principio y que ambas actrices le acogieron con muchísimo cariño, haciendo que su personaje pase también a un plano casi protagónico. 

Aunque en este caso el proyecto la alía con una “gran productora”, el día a día tanto en este como en proyectos anteriores mantiene la tensiónf. Fortea explica que en otras producciones de las que también ha formado parte, como las valencianas El que sabem y Valenciana -ambas dirigidas por Jordi Núñez- también se trabaja “contrarreloj” y con las prisas que marca la industria: “Desde fuera se puede pensar que en rodajes de grandes producciones va a haber muchas diferencias, pero los mecanismos son bastante parecidos. Los tiempos de las productoras van siempre un poco a la par aunque parezca que en un proyecto más local se vaya con más prisas”. 

Algo que le parece que responde a los ritmos de la industria, que año tras año no deceleran: “En el mundo del cine siempre se trabaja con unas velocidades más vertiginosas, aunque trabajes con más o menos dinero igual lo único que cambia es que grabas más planos y con más tiempo y cariño, pero a efectos prácticos acaba siendo todo muy parecido”. En La viuda negra confiesa que ha aprendido a confiar mucho en su trabajo lejos de la zona segura que puede ser “València como casa” y con actrices como Barquero y Machi que le hacían sentir “tranquila y bien para que la escena fuese bien”: “Ellas llevan más recorrido y trabajan de una manera muy asentada, es de agradecer que me hicieran sentir también esa confianza”. 

Respecto a su trabajo en València ite que no se cierra las puertas a nada. Su trabajo sobre las tablas en obras como Don Roberto -una obra teatral dirigida por Roberto Hoyo- le ha ayudado a trabajar de una manera más “expansiva”: “Creo que el cine y el teatro enlazan perfectamente y ayudan a que el actor pueda implicarse con las historias en ambos formatos. En mi caso en el mundo audiovisual me ha tocado trabajar con papeles más dramáticos y Don Roberto me ha dado ese espacio para trabajar más la comicidad. En cualquier caso, el teatro ayuda a explotar tus emociones y en el cine y las series aprendes a regularlas de otra manera. Son procesos diferentes que se complementan perfectamente entre sí”. 

En su carta al futuro, aunque aún tiene la cabeza en el estreno de La viuda negra, desea que la rueda “siga girando” y que le lleguen nuevos proyectos en los que seguir formándose y un año con muchos proyectos a la vista. Ahora mismo su siguiente objetivo está a la vuelta de la esquina: presentar la gala de Cinema Jove, un espacio en el que podrá hacer un poco de “teatro” a la merced del cine, combinando sus dos pasiones.