VALÈNCIA. La banda de Estepona (Málaga), Airbag regresan a València para revivir con sus fans dos de los álbumes más destacados de sus más de 25 años de carrera. El 7 de marzo en la sala 16 Toneladas repasarán sus discos Alto Disco y Manual de Montaña Rusa, álbumes cargados de punk rock y powerpop, donde seguro que no faltarán canciones como La Ola perfecta, La Estrella de la Muerte o Cómics y pósters. Plaza habla con Pepe, bajista del combo, sobre la historia del grupo para abrir boca de lo que será una noche inolvidable. 

Antes de comenzar la entrevista hablamos de la dificultad de hacer buenos discos. Es complicado que te salga una triada de álbumes como ¿Quién mató a Airbag? (2005), Alto Disco (2008) y Manual de Montaña Rusa (2011) seguidos y de tanta calidad. Era casi como estar en plena sintonía con la creatividad. “Mira, te voy a decir una de las premisas de Airbag, que no se ha movido desde que hicimos el grupo – comenta, Pepe -, es que si el disco no está guay, todas las canciones para nosotros, no sale. Nos podemos poner en plan muy cabezones, en plan de: oye, sí, vamos a hacer esta producción, vamos a hacer tal, pero que no olvidéis que si el disco no está guay, no sale, hasta que no esté muy guay, no hay prisa”. 

Se agradece que una banda se lo tome tan en serio y le tenga ese gran respeto a sus seguidores. ¿Puede haber un mayor filtro de calidad que tu criterio más crítico? Airbag nace en el 1998 con las ideas bastante más claras que otras bandas. Ellos tres, Adolfo, José Andrés y Pepe no dudaron en montar un grupo y seguir adelante. “Veníamos de otros grupos pero es que eran una especie de Airbag con otros componentes”, señala el bajista. “El núcleo de Airbag ha estado desde el primer minuto que nos juntamos en un garaje a aporrear y ver qué salía de ahí”. 

Los inicios siempre son complicados, la falta de implicación de los componentes, o incluso la falta de componentes, lleva al traste a cualquier conato de grupo. “No era tan fácil hacerlo en aquella época, no había tanto a instrumentos de música o a locales. Teníamos diferentes proyectos, primero hacíamos versiones lógicamente; luego empezamos a hacer canciones nuestras y luego cuando nos quedamos, después de una ruptura del anterior grupo, los tres que yo creo, a mi entender, que éramos los más apasionados por hacer un grupo. Recuerdo que el primer ensayo de Airbag fue un ataque aéreo de emociones donde parecía que ya habíamos ensayado antes; o sea, todo fluyó desde el primer minuto.  Entonces, además nos dedicamos un poco más a hacer una cosa más concreta, a  nosotros en los grupos anteriores pues nos gustaban cosas muy variadas y no estábamos definidos, y empezamos a hacer  punk rock”

Las bases musicales en aquellos años eran muy ramonianas, aunque Airbag nunca han dejado del todo ese sonido, aunque se hayan acercado al powerpop. No cabe duda de la importancia de Ramones en la historia de la música, siendo copiados, venerados y irados por sus canciones y estilo. “Pienso mucho en por qué los Ramones tienen una influencia tan potente, sobre todo en los jóvenes, es algo que te atraviesa, nosotros estamos muy fluidos, pero es que los Ramones es más que música”, señala. Y con esa influencia, y por supuesto, otras pero siempre dentro del punk rock, graban algunas maquetas. Las primeras, Abróchense los cinturones y Quiero Verano (1998) se registran en cassette. “Tío, no me acuerdo bien”, dice. “Creo que la primera la hizo Adolfo en solitario en su casa con un teclado y una caja de ritmo y una guitarra. Yo creo que fue probando y demás, por darle consistencia a algo”. En aquellos primeros compases no tenían nombre, hasta que Adolfo imaginó Airbag. “Puso Airbag como provisional y al final se quedó. Pero luego la segunda maqueta sí creo que la grabamos ya bien. Ya habíamos grabado otras maquetas”. 

Las maquetas no suenan igual a finales de los 90, aunque las bandas acudieran a un estudio de grabación, que como suenan ahora, que tienen, en su mayoría, una producción casi de disco. Con todo, cuando escuchas tu primera canción grabada en un disco es un subidón, aunque seas consciente de la penosa calidad de sonido. “Eso suena infame, suena horrible, pero en realidad cuando la estamos grabando y escuchando pensamos que sonaba a gloria bendita (ríe). Es un proceso de jugar, de pasárselo bien con la música. Grabar también está guay, es muy divertido. Y un proyecto con amigos yo creo que es lo más sano y acojonante y divertido que puedes hacer en tu vida tengas 60 años o 12”, remata. 

La figura del mítico locutor de radio, Juan de Pablos en Radio 3 fue esencial en el crecimiento y exposición de Airbag. Cuando un medio te apoya desde el nacimiento del grupo, cuando no eres nadie en la escena, ese apoyo es vital. El programa Flor de Pasión fue un auténtico referente en la radio. Airbag le envió una maqueta y el locutor la puso en su programa. Ese impulso ayudó a la banda y además establecieron una buena y duradera amistad. “Juan de Pablos era el más punki de todos – exclama, Pepe - tenía un programa de música especializado en años 70, en grupos de chicas, muy amplio; pero sobre todo centrado en este tipo de música, también ponía maquetas de grupos emergentes que a él le molaban, fueran súper cutres, sonaran mejor, peor, pero si a él le gustaban, los ponía en la radio”. Estamos a finales de los 90, la radio musical tenía un poder inmenso, y aunque Flor de Pasión no sonaba en Los 40, su público era fiel y melómano. ¿Cómo debió ser para ellos salir en el programa? “Imagínate, súper fans del programa, aprendimos un montón, además la pasión con la que transmitía y nos descubría esa música que no salía ya en ningún lado”, dice. “Y luego pues salir allí fue un pelotazo. Luego ya participamos en las fiestas que él organiza todos los años, en la sala Siroco que contaba con nosotros. Su apoyo al principio fue fundamental”

Airbag se mete en un estudio profesional en 1999. Gracias a Juan de Pablos publican una demo con el mismo nombre que su última maqueta. Es el primer paso para crear una banda que aspira a todo. “Meternos en un estudio en aquella época no era tan fácil, empezaba a ser más asequible pero te tenía que fichar un sello o tenías que tener pasta”, recuerda. “Y bueno, luego poco a poco se ha convertido en algo muy asequible, incluso hacer maquetas caseras de calidad es posible. O sea, que bienvenida a la tecnología, pero en aquella época era una aventura”. 

Apenas eran unos chavales que no tenían toda la información que se tiene ahora sobre grabaciones, y que se embarcaron en un viaje a Granada para grabar su primera demo. “Fue muy divertido, pues fue irnos a Granada, creo que nos fuimos sin dormir, porque éramos unos locos y también por la intensidad de la excitación del momento, de decir: hostias, que vamos a grabar una maqueta en un sitio donde va a sonar muy bien. Y bueno, pues las cosas las recuerdo como muy emocionantes, claro. Era lo más importante para nosotros en ese momento”. Llegaron a Granada, ciudad en plena ebullición indie, que se había transformado en el epicentro del movimiento apenas unos años antes. “Grabamos en un estudio profesional, todos con la boca abierta todo el rato, aprendiendo de cómo funciona todo en el tema de la música y luego con los años también te motiva saber cómo va el show business, cómo funciona la industria, cómo te afecta a ti eso, cómo cambias tus motivaciones, cómo escuchas música de otra manera; igual que cuando aprendes a tocar música ya un poquito más en serio”.

Podría decirse que la carrera de Airbag fue meteórica, dentro de los parámetros en los que la banda se movía. En el 2000 publican su primer disco, Mondo Cretino, con el sello Granadino, Wild Punk, con el que editarían sus mejores trabajos. Su dueño, Fernando Novi, era el road manager de Los Planetas, grupo que tendrá mucha importancia en la historia de Airbag, con los que salen de gira en la presentación de su cuarto disco, Unidad de Desplazamiento haciendo 25 conciertos. “Nosotros habíamos perdido la pista de Los Planetas en aquella época, pero resulta que como nosotros grabamos en Granada y el dueño del sello era a la vez el road manager de Los Planetas y a Jota le gustaba escuchar novedades, le pasó nuestra maqueta o primer disco, no recuerdo lo que fue, y a Jota le gustó y decidió llevarnos en la gira de presentación”. Así que Airbag, que hace dos años estaban grabando una maqueta en cassette, se metían de lleno en una gira profesional con una de las bandas más importantes del momento. “En aquella época las giras de presentación de un grupo como Los Planetas podían ser así: tres meses de jueves a domingo durante 25 fechas, que es verdad que hoy ya no es común”, dice.

Estaba claro que a priori no actuaban delante de su público, y que su música, punk rock, tal vez no era el género favorito de los presentes; pero aun así, la gira fue increíble y sacaron muchos nuevos fans. “Y para nosotros fue un pelotazo tremendo, una de las aventuras más divertidas que hemos vivido. Una escuela de cómo funciona la industria y cómo son las giras fuertes y profesionales”, reconoce. “Y bueno, una historia que ya te digo, que para nosotros fue una suerte; luego es verdad que nosotros hemos mantenido nuestra esencia punk, al volver después de esa gira retomamos tocar en salas y a la corriente digamos punk; pero es verdad que muchos seguidores de Los Planetas se sumaron a ser seguidores nuestros y nosotros siempre hemos sido muy fans de Los Planetas, aunque en aquel momento, cuando nos llamaron, estábamos escuchando otras cosas. Y nos dimos cuenta lo importantes que eran, pues eso, en esa gira”. 

Tras esa gira de presentación, la discográfica BMG crea un subsello, Ejército Rojo, capitaneado por Jota. La primera banda que decide publicar con ese subsello es Airbag. Su segundo álbum, Ensamble Cohetes llega en 2003. “Mira, esto fue que Jota es un apasionado de la música”, me explica. “En eso coincidimos mucho. Es un tipo friki y él vio un potencial comercial en nuestro grupo. Le dieron la oportunidad de hacer un sello que tuvo unas cuentas referencias, nosotros fuimos la primera; pero la realidad es que comercialmente nosotros no hemos funcionado. Un poco la historia de los Ramones, que es un grupo de culto que nunca funcionó comercialmente. Y nosotros, a ver, ¿quién no querría vivir de la música y triunfar?, pero en realidad puede que nosotros sigamos vivos precisamente por no haber tenido un éxito masivo y haber tenido a fieles seguidores desde el principio, que han ido creciendo con los años. Además, el público nuestro es que es muy cariñoso, tengo que decir que en Valencia es especialmente cariñoso y que nosotros por eso vamos mucho para allá”. Pepe comenta algo extraño en una banda que comenzó en 1998 y sigue hasta nuestros días: los tres son los mismos desde el principio. Una rara avis en el entorno musical.

Es complicado encontrar una película donde el espíritu ramoniano, punkrockero y surfero tenga cabida en España; es por ello que la película más icónica de estos géneros, y de la serie b más cachonda y desopilante que se haya producido en este país, tenía que contar con ellos. Kárate a Muerte en Torremolinos (2003) es uno de los filmes más cercanos a la Troma que se han hecho aquí. Contiene todos los elementos más locos de la serie b: monstruo de goma y látex, zombies karatecas, surferos católicos, un villano megalómano y despiporre ilimitado. “Mira, Pedro Temboury es un genio, al principio podía parecer que estuviera loco, en el sentido de voy a hacer estas películas tipo Troma; pero realmente luego te das cuenta de la cabeza tan imaginativa de hacer lo que hace con la calidad, lo demuestra en los documentales sobre surf y skate que tiene, que son maravillosos, pero realmente hay que también ser un genio para decir: voy a rodar una película sin dinero y voy a hacer lo que me salga aquí y lo más punki del mundo. Hace poco leí una cosa de Jesús Franco hablando de Orson Welles, que el tío rodaba así, llegaba la noche, miraba ahí tres o cuatro cosas y decía vale, ya sé cómo lo voy a hacer” 

Era un encuentro casi imposible de impedir. En algún momento, y más viviendo cerca, estos dos mundos iban a colisionar para realizar un artefacto tan divertido como Kárate a muerte en Torremolinos. “Él vino a nosotros, Pedro es fan sinceramente ramoniano como dice, y en cuanto escuchó de nosotros, pues ya se hizo fan absoluto, y encima somos casi vecinos de Málaga, tenemos amigos en común Yo le conocí antes a él de que él me conociera a mí. Yo ya había oído de él,  ya era famoso por hacer cortos y presentarlo en la facultad, cortos loquísimos de serie b grabados en Super 8 y demás, entonces eso, ya te digo, que incluso hacer una cosa tan salvaje hay un esfuerzo ahí detrás tremendo”, comenta. He visto la película más de una vez y no recuerdo ver a la banda en el filme. “Sí, sí, aparecemos en la película”, me aclara. “Resultó que la noche de antes nosotros tocamos en Málaga, y el rodaje era en Málaga al día siguiente, pero es que nos llamó la tarde de antes: oye, ¿os venís mañana…? Y le dijimos: mira, casualmente estamos aquí, y a la mañana siguiente estuvimos allí con una resaca de mil demonios (risas)”

Para cerrar la entrevista, nos acercamos a sus dos últimas referencias musicales. Siempre Tropical en 2022 y en 2024 el epé, Vida Extra, que contiene tres canciones, que para mí son de lo mejor que han grabado últimamente. Está claro que ambos trabajos tienen muchos puntos en común, un vínculo que les une musicalmente. Como si las tres canciones hubieran podido entrar en Siempre Tropical y hubieran sido descartadas. “Tienen un vínculo, incluso la portada quisimos hacerla continuista con la portada del anterior disco. Están grabadas en las mismas sesiones, solo que hay veces que el material hay dos o tres canciones que no nos convencen o no tienen letra, o no están claras. Es material que nos gusta que sobre para luego sacar una referencia en mini elepé, single o tirarlo a la basura, nunca se sabe”

Letras que narran la realidad de la vida más mundana, de los pensamientos que nos presionan la mente y que nos marean pero con una música alegre, divertida. Algo que presumo tiene que ser difícil de componer. En la canción, Vida Extra se habla de cómo se va borrando el recuerdo del amor del pasado y cómo lo que era importante antes, ahora no lo es. “Da pena pero no duele igual. No duele igual, te da pena porque ya pasó. Si doliese sería algo patológico. Se mira con nostalgia y la nostalgia tiene ese punto agridulce de qué guay me lo pase pero ya no lo tengo, ahora tengo otras cosas, la nostalgia es un poco peligrosa, hay que saborearla para darte cuenta que has vivido pero no quedarte ahí. Sino mirar para adelante”