VALÈNCIA. La Banda Sinfónica Municipal busca subdirector, aunque el proceso se está atragantando algo. Doce meses después de la publicación de sus bases y más de siete meses después de la publicación de la lista de itidos, el Ayuntamiento no ha dado ningún paso más para cubrir esta plaza que, en su día, entendieron como imprescindible para la consolidación de la nueva era de la formación musical.
El proceso se ha estancado, según advierten desde el Ayuntamiento de València a preguntas de este diario, en la formación de la comisión de valoración. Y es que, en cierta manera, las propias decisiones del consistorio pusieron la zancadilla a ello. Entre la convocatoria de la plaza y la resolución de itidos, el Ayuntamiento modificó de la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) para extinguir la plaza de Dirección de Banda. Esta decisión se tomó cuando el último maestro de la formación, Miquel Rodrigo, abandonó su plaza tras la contratación artística fuera de RPT de Cristobal Soler, el actual director.
¿Qué sucedió entonces? Que el Ayuntamiento extinguió la plaza de la única persona con un cargo superior capaz de valorar a un futuro subdirector, por lo que se está teniendo que conformar una comisión con funcionariado de otras bandas municipales de España. El proceso está “muy avanzado” y la comisión se conformará “en breves”, según promete el consistorio.
Hasta ahora, el Ayuntamiento había sostenido que el proceso se había estancado de “manera normal”, aunque tanto fuentes de la Banda Sinfónica Municipal como de la oposición mostraron sus sospechas por la complicación de un proceso tan aparentemente sencillo.
Y es que tan solo hay dos personas itidas en el proceso, Miguel Vidagany y Gaspar Genovés —aunque todas las fuentes consultadas se decantan por la elección del primero, que precisamente dejó su puesto de dirección en la banda de Albacete para venir a València meses antes de la convocatoria del concurso.
Un proceso que nació diferente
Las bases establecen que el futuro subdirector debe ser un funcionario de carrera del Ayuntamiento de València, "perteneciente a la Escala istración Especial, Subescala Servicios Especiales, Clase Cometidos Especiales, Categoría Escala Superior, Categoría plaza requerida: Profesor/a Banda – Profesor/a Música, Subgrupo A1 de clasificación profesional". Además, debe poseer la titulación de Profesor/a Superior de Música o, alternativamente, un título de grado en música con especialidad en dirección, título superior de música con especialidad en dirección de orquesta, o título de profesor superior de música con especialidad en dirección de orquesta. La retribución del puesto es de 15.610,56 euros de salario base anual, más un complemento de 31.152,38 euros, según el documento aprobado.
La persona elegida tendrá la función de "colaborar técnica y artísticamente con el director de la agrupación y, en su caso, sustituir al director. Además, colaborará en la planificación de la programación y las actuaciones, realizará informes técnicos y de asesoramiento, y controlará el presupuesto, entre otras funciones".
En un primer momento, el plan anunciado por el Concejal de Cultura, José Luis Moreno, era el de que los mismos de la banda pudieran elegir al subdirector entre ellos, pero finalmente se optó por un concurso de méritos abierto, gestionado por el servicio de Personal.
Una vez se resuelva este concurso, la Banda Sinfónica Municipal quedará estructurada a la medida que diseñó el equipo de Moreno tras su entrada en el Ayuntamiento de València. En lo musical, se eligió a Cristóbal Soler como director y se separó este puesto del de Jefe de Servicio, que ahora ocupa Sonia Cano. Además, se creó una plaza de gestión de la Banda, asignada a Manuel Muñoz, un policía de carrera con formación musical y conocido en el mundo de las bandas por su participación en la cúpula de la Federació de Societats Musicals de la Comunitat Valenciana (FSMCV).