VALÈNCIA. Una película sin cámara, una coreografía sin cuerpos danzantes, una escena que sucede dentro de la cabeza del espectador. Así es If It Were a Movie, la nueva pieza de Macarena Recuerda Shepherd, que se presenta los días 23 y 24 de mayo en La Mutant de València. En ella, la artista sevillana investiga los límites entre cine y escena, entre sonido e imagen, entre representación y percepción, en una propuesta en la que lo teatral se convierte en puro dispositivo de evocación.
“El motor de esta investigación viene de poner en paralelo la potencialidad del sonido del cine (que no tiene límites, que puede producir el paisaje o la acción que se sueñe) y la limitación que tiene el teatro (que a su vez es su gran potencialidad, que únicamente lo que tiene es la representación)”, explica la creadora. En escena, dos foley artists producen en directo los sonidos de una película invisible, mientras el público, equipado con auriculares, asiste a una experiencia que ocurre a la vez en lo colectivo y en lo íntimo.
If It Were a Movie parte de la certeza de que el sonido puede ser narrativo, pero no necesariamente debe contar una historia (“No me interesa para nada el trabajo con la palabra ni con una narrativa lineal o convencional”). En lugar de una trama, la pieza despliega una sucesión de paisajes sonoros que invitan al espectador a construir su propia película mental. Aunque hay referencias cinematográficas que “pueden coincidir con un imaginario colectivo”, el resultado es siempre abierto: “Para algunas personas está ocurriendo una tormenta y para otras está siendo una guerra”.

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Procesos largos, piezas vivas
“A veces entras al local de ensayo con una idea que te parece fabulosa, empiezas a trabajar y te das cuenta de que eso no, pero encuentras otra cosa y empiezas a tirar de ahí”: Macarena Recuerda Sheperd ha hecho de la confianza en los procesos una marca de la casa en sus piezas. En esta ocasión, la intuición inicial ha resistido: “Curiosamente, es como si aquello con lo que entré a la sala de ensayos ha dado su fruto. Ha sido un proceso de siete meses, muy intenso, y estoy muy contenta”, reconoce.
“No haría procesos tan largos si no me interesaran. Me limitaría a hacer producciones pensando únicamente en el resultado”, confiesa. Por eso el calendario de residencias (Gernikako Udala, El Graner, Aulestiko Udala, Zornotzako Udala, Bilboko Udala, Teatro Ensalle y La Mutant) y funciones está pensado para que la obra “se mantenga viva los primeros meses y seguir trabajando en ella”. Y eso implica que cada función puede seguir pensándose. “De Bilbao a Vigo, la pieza ha cambiado mucho. Muchísimo. Y de Vigo a València, por ejemplo, hemos profundizado en el sonido y en la introducción de la pieza, a la que todavía le estamos dando vueltas”.
La investigación sobre los lenguajes de la escena y sobre el rol del espectador es una preocupación constante en el trabajo de Macarena Recuerda Shepherd. En La Mutant ya se pudo ver su trilogía sobre el ilusionismo (conformada por ¡AY! ¡YA!, The Watching Machine y COSA. Intervindre un cos), en la que exploraba el cuerpo, la luz y la escenografía como generadores de imágenes: “En esas piezas queríamos que el espectador construyera: enseñarle todos los cuerpos posibles, reales y ficcionados. Encontrar eso fue mucho tiempo”.
En If It Were a Movie, ese interés se traslada al terreno del sonido y la percepción, en una pieza que ha exigido, además de un trabajo escénico, también uno teórico y técnico. “No es que me siente ocho horas al día a investigar, pero estoy de gira, me llevo lecturas, voy al cine… Todo eso forma parte de la creación”, cuenta. También colaboraciones con otros artistas y residencias compartidas.
Aunque el perfil del público más entusiasta suele ser “gente interesada en la escritura sobre nuevos lenguajes o sobre lo formal”, la creadora defiende que estas piezas deben circular por todos los espacios: “Yo intento que mis trabajos sean para todos los públicos. Trabajo con escolares, con festivales familiares, porque como no trabajo con texto, son experiencias muy estéticas. Creo que tenemos que ocupar todos los lugares y que esos espacios también son nuestros”.
Después de pensar sobre la luz, en If It Were a Movie Macarena Recuerda Sheperd vuelve a confiar en lo elemental, en no partir de una pregunta sino en algo anterior. Y a partir de ahí, mirar, escuchar y seguir el hilo invisible que une la escena con la imaginación. Y que todo pueda permear, siempre estar en proceso.