VALÈNCIA. Han pasado siete meses desde que la Dana del 29 de octubre convirtió Paiporta en uno de los municipios más castigados por las inundaciones. El agua arrasó bajos comerciales, viviendas, garajes y dejó en jaque a buena parte del tejido enconómico local, formado, sobre todo, por pequeños negocios. De hecho, en febrero, la Asociación de Comerciantes de Paiporta (Acopa) alertaba de que "un 20% de los comercios no volvería a abrir". 

Aquella riada sin precedentes dejó tras de sí una imagen de desolación que, a día de hoy, todavía cuesta borrar en algunas zonas de este municipio de l'Horta Sud como, por ejemplo, en el casco antiguo. Allí, donde se concentra buena parte del tejido comercial de la localidad, la actividad económica sigue a medio gas.

Paiporta cuenta con un total de 195 comercios diseminados por el municipio, aunque el grueso se concentra en cuatro ejes principales. Las calles Maestro Serrano, 1º de Maig, Mestre Palau y Jaume I agrupan casi el 52% del total. En todas estas zonas, que quedaron gravemente afectadas por la Dana, el comercio de proximidad era algo más que una fuente de ingresos; era la vida de un barrio. 

Ante esta situación, el Ayuntamiento de Paiporta ha aprobado una medida que busca darle un respiro al comercio local. Este jueves, el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) ha publicado la aprobación inicial y definitiva de una modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), que afecta a la número 24, centrada en el casco antiguo del municipio.

¿Qué implica este cambio?

En términos prácticos, la modificación, tratada en el pleno municipal del pasado 24 de abril, no cambia la estética ni la estructura del casco antiguo, pero sí lo hace más flexible: más tipos de negocios podrán instalarse en el núcleo histórico del municipio y lo podrán hacer con mayor libertad y tamaño de superficie.

Hasta el momento, la normativa urbanística solo permitía abrir comercios pequeños -lo que se conoce como "uso comercial tipo A"-, es decir, tiendas de venta al por menor con locales de hasta 200 o 600 metros cuadrados. Esto dejaba fuera, por ejemplo, a pequeños supermercados, academias, gimnasios o talleres artesanales superiores a ese tamaño ya que, aunque algunos quisieran abrir en esta zona de Paiporta, la ley no lo permitía.

A partir de esta modificación, se incorpora también el "uso comercial tipo B", que permite la apertura de locales más grandes en planta baja. De este modo, los comerciantes tendrán más margen para elegir qué tipo de negocio quieren poner en marcha y con qué condiciones. Así lo explicó el concejal de Urbanismo, Alejandro Sánchez, durante la sesión plenaria del mes de abril: "Después de la Dana, la totalidad de los comercios de Paiporta han de reconstruirse y lo que queremos es flexibilizar las condiciones".

Por ese motivo, Sánchez añadió que "no tiene sentido mantener límites para unos usos y no para otros". Con este cambio, la normativa urbanística no limita por tamaño a los negocios que quieran abrir en el casco antiguo. En ese sentido, se podrán poner en marcha proyectos más ambiciosos sin necesidad de buscar otro local fuera del centro, algo que muchos comerciantes no podían permitirse.

La modificación se aprobó por unanimidad de todos los grupos políticos. Por su parte, la portavoz del Partido Popular (PP), Chelo Lisarde, coincidió con el concejal de Urbanismo en que esta limitación frenaba la apertura de nuevos locales en el casco histórico y, tras la emergencia, subrayó que "vendrá bien para recuperar la normalidad". 

En la misma línea, la portavoz de Compromís, Marian Val, valoró de forma positiva la nueva medida urbanística, al considerar que "no implica construir más ni modificar la estructura de la zona, pero sí abre la puerta a recuperar su actividad económica".

Otras facilidades para el comercio en Paiporta

La modificación afecta al artículo 4.2.2.4 del plan urbanístico, que regula los usos permitidos en el casco antiguo. Con el nuevo texto, se autoriza un abanico más amplio de actividades: desde el uso residencial hasta oficinas, comercios, talleres, garajes, espacios deportivos o istrativos. Todo ello, eso sí, respetando las condiciones de convivencia, seguridad y estética del núcleo histórico de Paiporta.

Ahora, con esta medida, se abre una ventana de oportunidad para recuperar lo perdido. El texto estará en exposición pública durante 25 días. Si no hay alegaciones, el cambio quedará aprobado definitivamente. Será entonces cuando el urbanismo se convierta en una herramienta ágil y cercana para quienes más lo necesitan: los comerciantes.

Esta decisión se suma a las ayudas anunciadas por la Concejalía de Comercio en diciembre del año pasado. Según explicaron desde Acopa a Valencia Plaza, todos los negocios que lo solicitaran podían optar a 1.500 euros, y aquellos que acreditasen daños estructurales, podían recibir 2.500 euros más. Cabe recordar que ambas ayudas son compatibles.