VALÈNCIA. El PAI de la Torreta del Pirata vuelve a encender la protesta ciudadana en Godella. Esta semana, asociaciones vecinales y ecologistas han convocado dos movilizaciones para denunciar el avance de las obras de urbanización en la Cañada de Trilles, una zona donde se han encontrado restos arqueológicos de gran relevancia, como un acueducto romano y varias canteras de origen prehistórico.
La primera movilización ha tenido lugar este miércoles, junto al área de ejecución de las obras, y la segunda se desarrolla este jueves, día 29 de mayo, frente al Ayuntamiento de Godella. En ambas jornadas, los convocantes buscan exigir la paralización inmediata del proyecto urbanístico, que contempla la construcción de 447 viviendas.
A su juicio, las actuaciones enmarcadas en este PAI no solo ponen en peligro los bienes culturales hallados en la zona, sino que se desarrollan con el beneplácito del consistorio, que ha concedido licencias a la promotora principal sin garantizar la protección del patrimonio.
Según explican algunos vecinos de Godella a Valencia Plaza, fue, durante las obras de urbanización iniciadas en 2022, cuando se hallaron los restos arqueológicos: "No se hizo una prospección previa. El acueducto apareció en plena excavación y después, en los informes arqueológicos, se documentaron hasta cinco canteras prehistóricas".
Tras una solicitud de intervención por parte de la formación local Cuidem Godella y otras entidades, en marzo de 2024 llegó un informe de la Conselleria de Cultura sobre el PAI de la Torreta del Pirata. En él, el departamento que dirige José Antonio Rovira reconocía la existencia de los restos y solicitaba su conservación, además de exigir un seguimiento arqueológico durante las obras.
Pero, tan solo un año después, en febrero de 2025, el Ayuntamiento de Godella otorgó la licencia de edificación para una promoción de 65 viviendas en el mismo sector donde se ubican el acueducto y dos de las canteras.
Cabe recordar que el grupo municipal Cuidem Godella, una plataforma electoral surgida como oposición al PAI de la Torreta del Pirata, ha pedido en múltiples ocasiones que se modificara la concesión de licencias para compatibilizar el desarrollo urbanístico con la protección del patrimonio.

- Entorno de la Torreta del Pirata, en Godella. -
- Foto: ASOCIACIÓN VECINAL SALVEM LA TORRETA DEL PIRATA
Una protesta que reúne a asociaciones ecologistas y vecinos
La protesta se ha materializado en forma de concentraciones. El miércoles, colectivos como Natura Godella y Salvem la Torreta del Pirata convocaron una movilización frente a las propias obras para denunciar "la destrucción irreversible" del entorno.
La siguiente cita, que tiene lugar este jueves a las 19:00 horas frente al consistorio, contará con la participación de una decena de asociaciones, entre ellas, la asociación de vecinos El Barranquet, así como las entidades Natura i Patrimoni en Perill, Godella en Lluita, Acció Ecologista-Agró o Fem Via!.
Todas ellas comparten una misma preocupación: la pérdida de identidad del municipio y la falta de una planificación urbana respetuosa con el medio. "Estamos asistiendo a una urbanización agresiva que amenaza espacios de valor ecológico, zonas de encuentro vecinal y elementos patrimoniales únicos", denuncian en el manifiesto de convocatoria.
Durante las protestas, los convocantes han advertido que si no se adoptan medidas inmediatas, se presentará una denuncia ante la Guardia Civil por la posible destrucción de patrimonio arqueológico. "El miércoles avisamos a los técnicos responsables de las obras, pero siguen adelante como si nada", explican los vecinos de Godella.
Un proyecto con una larga historia
El PAI de la Torreta del Pirata no es nuevo. Fue aprobado por primera vez en el año 2005, pero la crisis del sector inmobiliario lo dejó en suspendo durante más de una década. Más tarde, en 2020, el Ayuntamiento de Godella anuló la caducidad del plan, lo que permitió su reactivación.
Desde entonces, propietarios y promotores han presionado para que se llevara a cabo, pese a las múltiples objeciones planteadas desde el ámbito social y político. En paralelo a las acciones de protesta, los vecinos también han tratado de frenar el plan por la vía judicial. Por ejemplo, en 2022 se presentó una demanda contra el acuerdo municipal que anulaba la caducidad del PAI.
Aunque el proceso continúa abierto, la ausencia de medidas cautelares ha permitido el avance de las obras. "Estamos a la espera de una sentencia, pero ya se han producido daños sobre los restos. El valor patrimonial de las canteras y del acueducto no ite espera. Lo que se pierde, no se recupera", advierten los vecinos.