VALÈNCIA. La Conferencia de Presidentes celebrada este viernes en Barcelona puso de manifiesto que el modelo de este tipo de reuniones entre el Gobierno de España y los máximos responsables institucionales de las Comunidades Autónomas (CCAA) está muerto. Así, este órgano de cooperación entre istraciones creado oficialmente en 2004 por Rodríguez Zapatero, que en ocasiones sí fue un foro de debate y toma de decisiones de interés, ha pasado a ser un compendio de anuncios del ejecutivo central y de monólogos de los presidentes regionales, sin que se produzca ningún acuerdo de relevancia o, ni siquiera, una aproximación.

Resulta en cierta medida curioso ver las dificultades surgidas en las últimas semanas entre PSOE y PP para consensuar un orden del día de la jornada. Un tira y afloja que incluyó la amenaza de 'plante' por parte de los populares y visita a los tribunales, dado que al ostentar la mayoría de gobiernos regionales disponían de votos suficientes para sacar adelante su propuesta. Finalmente, el ejecutivo central no tuvo problemas en aceptar todas las exigencias de los populares, dado que el resultado iba a ser el mismo: hablar al vacío.

De hecho, uno de los puntos importantes incluidos por las autonomías del PP era la reforma del sistema de financiación, un modelo caducado desde 2014 y cuyo reparto perjudica especialmente a la Comunitat Valenciana, así como a otras regiones como Murcia, Castilla-La Mancha y Andalucía. Cabe recordar que este asunto ya se abordó en la conferencia celebrada en Santander en diciembre y tampoco se produjo ningún avance, lo que provocó este viernes críticas de presidentes del PP, como el valenciano Carlos Mazón; el murciano Fernando López Miras o el andaluz Juanma Moreno, pero también socialistas, como Emiliano García-Page.

Sin embargo, en la rueda de prensa posterior a la Conferencia de Presidentes, el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, y la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, apenas mencionaron la citada reforma de la financiación autonómica, y se centraron en uno de los principales puntos del Gobierno en el cónclave, la vivienda. principalmente en la vivienda.

En cuanto al presidente de la Generalitat, hizo hincapié en la singularidad que atraviesa la Comunitat Valenciana tras la Dana. "Vivimos el momento más crítico, más necesario y más urgente de necesidades" y coincide con el de "mayor debilidad financiera, peor financiación, peor liquidez y peor capacidad económica" por parte del Estado. "Mi tierra vive una situación inédita. Y no puedo encontrar un muro de falta de respuesta, falta de coordinación, falta de trabajo, falta de aviso, falta de llamada, falta ni siquiera de reunirse para poder avanzar", expresó. A juicio de Mazón, la Conferencia de Presidentes fue "una sucesión de intervenciones que parecían los Reinos de Taifas" y lamentó que no se produjera la posibilidad de "profundizar, coordinar, acordar y tomar en consideración propuestas". "Una pena", sentenció.

Unas sensaciones que reflejaron los representantes de las otras autonomías goberandas PP y también alguno de signo socialista, como el socialista Page, y que confluyeron en la petición de anticipo de elecciones generales por parte de los gobernantes populares, un aperitivo del mensaje central que planean esgrimir este domingo en la manifestación convocada por Alberto Núñez Feijóo "contra la corrupción".

La misma línea siguió Mazón, pese a que precisamente en la Comunitat es la oposición (PSPV y Compromís), la que le lleva exigiendo durante meses que dimita de su cargo por su gestión en la Dana. "Es necesario acudir a las urnas para articular una nueva mayoría que lo antes posible apruebe unos PGE un plan de infraestructuras, un plan de apoyo y dé seguridad para acelerar la recuperación de Valencia", manifestó Mazón, para recordar que el Gobierno de España no ha sido capaz de sacar adelante sus cuentas mientras que su Consell "gobernando en minoría" sí lo ha logrado, gracias a su acuerdo con Vox. En este asunto, de nuevo el socialista García-Page volvió a salirse de la línea al subrayar la necesidad de que una cita electoral nacional se adelante a los comicios locales y autonómicos, para que la "tensión" no se "desahogue" en los territorios.

Sánchez no se desvía de sus temas: 175 millones para educación gratuita y más inversión en vivienda

Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no se salió del guion establecido por su ejecutivo, que centraba los asuntos a tratar en educación y vivienda, tal y como habían avanzado en las discusiones previas sobre el orden del día.

Así, anunció que pondrá en marcha un nuevo programa dotado con 175 millones de euros para el gratuito a la educación infantil a familias con rentas bajas. Según indicaron fuentes de Moncloa, Sánchez pidió a los presidentes de las comunidades autónomas "dejar la crispación en el perchero" y abordar los debates con "honestidad y espíritu constructivo". 

Además, trasladó su intención de impulsar un Acuerdo Estatal de Vivienda que pase de los 2.300 millones que invirtieron en el periodo 2022-2025 a unos 7.000 millones para los próximos 5 años. Sánchez aseguró que su Gobierno está dispuesto a poner el 60% de esta cantidad -4.000 millones de euros-, pero necesita que las comunidades asuman una mayor "corresponsabilidad" sobre esta competencia, -"que es también vuestra", les recordó y aporten el 40% restante.

Ayuso abandona la sala cuando sus homólogos usaron las lenguas cooficiales

Por otro lado, que uno de los momentos mediáticos más relevantes de un encuentro entre el Gobierno de España y los máximos responsables institucionales de las Comunidades Autónomas (CCAA) fuera que la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, se marchara cuando sus homólogos usaron las lenguas cooficiales, es un indicativo del ambiente político de crispación y polarización existente.

Ayuso ya había mostrado sus reticencias a ponerse un pinganillo e incluso amenazó con levantarse del órgano multilateral si no le hablaban en castellano, después de que el Gobierno anunciara que por primera vez en este foro permitiría el uso de lenguas cooficiales con la ayuda de traductores. "En lugar de defender el español en todos los rincones, lo que hacen es utilizar el catalán, la lengua de los catalanes para hacer provincianismo con el secesionismo catalán, que es una corruptela que no pienso pagar", había advertido el jueves en la Asamblea de Madrid.

Preguntado por la postura de Ayuso, Mazón rechazó "entrar en esta cuestión" al considerar una "broma" que esta fuera la "noticia" ante "las urgencias que tiene este momento la Comunitat Valenciana".