VALÈNCIA. La relación entre el Gobierno de España liderado por Pedro Sánchez y el Consell presidido por Carlos Mazón dista mucho de ser sana y cordial. La polarización política general ha contribuido en los últimos años a agrandar la distancia entre PSOE y PP y, de hecho, al inicio de la actual legislatura, la estrategia principal de los populares valencianos pasaba en gran medida por situar el eje de sus críticas y reivindicaciones en el ejecutivo central.
La tragedia sufrida en la provincia de Valencia por la Dana acaecida el 29 de octubre, que dejó 228 víctimas mortales, no ha servido para que mejore la sintonía, al menos en la escena pública, entre ambas istraciones. Los tímidos amagos inicales de mantener una relación correcta y unir fuerzas para atender a la ciudadanía pronto se vieron emborronadas, primero por los cruces de acusaciones y después por la guerra directa en el señalamiento de las culpas.
Así pues, en líneas generales, la hostilidad preside la relación entre los gobiernos de los que depende la reconstrucción de la provincia de Valencia. Prueba de ello es la anomalía institucional que supone la falta de encuentros entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el jefe del Consell, Carlos Mazón, que llevan meses sin mantener una reunión. Una circunstancia que llama poderosamente la atención cuando el asunto a tratar es la gestión de la mayor catástrofe sufrida en la historia reciente de la Comunitat Valenciana.
Así, desde noviembre, el presidente del Gobierno ha visitado Valencia para cuestiones relacionadas con la Dana en dos ocasiones. La primera de ellas, en el mes de enero para un encuentro junto a varios de sus ministros con alcaldes afectados y, la segunda, la semana pasada para su reunión con las asociaciones de víctimas. En ambos casos, dos citas celebradas en la Delegación del Gobierno en las que no se invitó al presidente de la Generalitat, ni tampoco se buscó agendar una reunión con él, lo que prueba el nulo interés de Sánchez por coincidir con Mazón, algo que tiene difícil explicación desde el punto de vista institucional, especialmente cuando el jefe del Consell había solicitado por carta el 9 de abril un encuentro con el presidente del Gobierno, además de la creación de una comisión mixta interistraciones para afrontar la situación tras la Dana
Más aún, tampoco se está produciendo de forma habitual una sintonía -o al menos una visibilización de la misma- entre los ministros de los distintos ramos, que en muchos casos han visitado Valencia, y los consellers del Gobierno valenciano, lo que pone de manifiesto que desde el ejecutivo central parece haberse instalado un cordón sanitario no solo con Mazón sino con todo el gobierno autonómico. Por ejemplo, este mismo jueves se celebra una "jornada sobre la recuperación tras la Dana" bajo el título "La protección y prevención de riesgos de inundación" y organizada por el comisionado especial para la reconstrucción, José María Ángel. Una cita en la que se espera a representantes del Gobierno central pero en cuyo programa no figura ningún representante de la Generalitat.

- Reunión de Sánchez y varios de sus ministros con los alcaldes afectados por la Dana. Foto: EP/Rober Solsona
Una distancia evidente que se ha ido intensificando desde que la líder del PSPV y también ministra Diana Morant formalizara como mensaje principal la exigencia de la dimisión de Mazón y la convocatoria de elecciones anticipadas. Pocos días después de esta declaración, el vicepresidente segundo de la Generalitat valenciana y responsable de la reconstrucción, Francisco Gan Pampols, presentaba un resumen ejecutivo del Informe de Diagnóstico del Plan de Recuperación tras la Dana y la respuesta del Gobierno de España fue clarificadora: no acudió ninguno de sus representantes.
Camarero: "Estar a 500 metros y no sentarse es poco entendible"
En este contexto, la portavoz del Consell, Susana Camarero, puso el acento precisamente en esta cuestión durante la rueda de prensa celebrada este martes, cuando reprochó a Sánchez su "deslealtad institucional" al viajar a València y no "atender las peticiones" del 'president' de la Generalitat, pese a la "voluntad" de Carlos Mazón de mantener un encuentro con él, algo que ha reiterado "en múltiples ocasiones". "No es la forma idónea de trabajar, no es la forma que a nosotros nos gusta y nos gustaría que hubiese más coordinación y cooperación", subrayó.

- Susana Camarero y Carlos Mazón. Foto: EP/Rober Solsona
"Está injustificado que el presidente Sánchez haya venido dos veces a Valencia, a su sede preferida, que es la Delegación del Gobierno, donde se encuentra más cómodo, sin recibir ni sentarse con el 'president' Mazón. No tiene ningún sentido, no está justificado y es absolutamente ilógico", remarcó.
Camarero, que hizo hincapié en que en este momento es "más necesaria que nunca" la coordinación y cooperación entre istraciones, lamentó además que el Gobierno tampoco haya puesto en marcha la comisión mixta solicitada por la Generalitat. "Estar apenas a 500 metros y no sentarse es una deslealtad institucional inédita y poco entendible", aseguró.