Mañana de fin de semana, las calles están casi desérticas, esperando a que la gente salga de sus casas y que el sol termine de calentar este frío día de invierno. Las personas que ya están despiertas se concentran en los mercados y en aquellos bares donde saben que van a disfrutar de un buen esmorzar. Será que la vida siempre transcurre en los mejores lugares. La Pérgola es uno de esos establecimientos donde los feligreses acuden casi en peregrinación —una misma ha disfrutado de su tortilla de patatas— y en una de esas mesas altas que rodean La Pérgola Vicent Marco y Francho Lázaro disfrutan de ese comboi que es el esmorzar. Lo hacen casi como espectadores de lo que tan bien han retratado en su libro Almuerzos valencianos. El libro de los profesionales del almuerzo (editorial Llibres de la Drassana) —Esmorzars valencians. El llibre dels esmorzadors professionals, en su versión en valenciano y original—. Un libro que ya ha agotado su primera edición en ambas publicaciones y que ya está a la venta su segunda edición.
Bocata en mano, refresco gaseoso y agua para acompañar —esmorzar no es sinónimo de cerveza o vino— y algunas cáscaras de cacauet sobre la mesa indican que el comboi ha empezado hace ya algún rato. Una tradición que Vicent disfruta desde bien joven: “En el instituto el mejor plan del sábado era ir con los amigos a almorzar después de haber jugado al frontón o a futbito. El día ya iba rodado”. Una pasión que le ha acompañado hasta la actualidad y que incluso se ha extendido al resto de semana, cuando el trabajo le permite hacer una parada a eso de las 10:30 horas. Una pausa que ya su padre hacía y que sin darse cuenta inculcó a Vicent, al igual que su abuelo, quien todas las mañanas le preparaba el bocadillo antes de ir a la facultad.
Foto: MARGA FERRERUn conocimiento adquirido de tomar tantos bocadillos hechos con cariño, con buen pan, buenas materias primas… que debía ser compartido con los “amateurs” de esta tradición que en los últimos tiempos ha tenido un auge importante. Y menos mal que la editorial Llibres de la Drassana hizo la pregunta clave a Vicent Marco: ¿quieres escribir un libro de almuerzos"en el momento en el que cambia nuestro ocio hacia uno más gastronómico y más popularizado: la gente organiza escapadas gastro y es un hecho que el almuerzo es la comida más popular que hay, donde nadie se siente excluido por el precio y donde todos los grupos, sean del carácter que sean, pueden disfrutarla”. También lo atribuye a las redes sociales: “Las redes sociales ayudan a conocer más sitios y que aparezcan los XXL, que ya es un almuerzo pantagruélico”. Ante sus palabras la pregunta es inevitable: ¿estás en contra de los bocadillos XXL? “Ni a favor ni en contra pero no es el almuerzo tradicional valenciano ni el que a mí me gusta practicar”.
Modas que también pasan por el cremaet, aunque no es obligatorio para disfrutar del almuerzo: “Es un buen remate para un almuerzo, pero puedes disfrutarlo perfectamente sin la necesidad de tomarte un cremaet o una cassalla”. De hecho, tampoco es necesario tomarse una botella de vino o un doble de cerveza. Como bien dice Vicent, “lo mejor del esmorzar es el comboi que se genera alrededor”.
Y ese comboi es el que pretende perpetuar Vicent Marco en su libro al reunir aquellos establecimientos con alma, auténtico y a precios populares.