VALÈNCIA. El contexto socioeconómico mundial está revuelto y el futuro se antoja complejo. En los últimos cinco años, la sociedad se ha enfrentado a una pandemia, una guerra en Europa, una crisis en el comercio mundial con tensión en las cadenas de suministro y ahora se avecina una batalla geopolítica con los aranceles. Y ello sin olvidar que España sufrió hace solo unas semanas un apagón eléctrico que evidenció la vulnerabilidad del sistema y la fragilidad de todo un país. Un escenario complejo e impredecible en el que las empresas tienen mucho que decir, pero deberán anticiparse y transformarse. Compañías que para Íñigo Parra, presidente de la filial valenciana de la multinacional ferroviaria Stadler, deben ser "valientes" y no tener "miedo", con un mando claro que sepa capitanear equipos y que, a su vez, sea humilde y comunicativo con el resto de la organización.
Así lo expresó el directivo de Stadler Valencia en la jornada empresarial anual Paco Pons, organizada por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) y APD, en la que impartió una charla con su visión sobre las claves para que las empresas puedan afrontar el complejo contexto actual. "El entorno ha cambiado radicalmente en los últimos años. No solamente por acontecimientos impredecibles como la covid o la guerra, sino también con otros que nos toca gestionar desde hace tiempo como la falta de personal, la pérdida de know how en muchas industrias y una inestabilidad macroeconómica que nos afecta constantemente", afirmó.
Al respecto, defendió la importancia de la cultura del esfuerzo, la competitividad empresarial y la capacidad de anticipación hacia el mañana. "Un país sin fábricas es un país sin futuro", subrayó. No obstante, lamentó que, a la inestabilidad geopolítica, se suma también la sobrerregulación, que merma el crecimiento del tejido productivo. "Tenemos unos gobiernos que cada día acaparan más espacio en la sociedad, limitando libertades individuales y con sobrerregulación espectacular. Y no solo en Europa, sino que en España tenemos 17 regulaciones diferentes. Y esto no ha parado porque ahora esperamos normativa sobre la tecnología que llega", subrayó.

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Ante este escenario, preguntó a los asistentes cómo imaginarían una compañía de éxito ante el panorama que se cierne para asegurar que, a su parecer, debe "tener capacidad de anticipación y ser capaz de ver más allá del presente". También, consideró que tiene que ser "flexible" para actuar de manera rápida, así como "ser capaz de mantener el talento y fomentar el emprendedurismo en todos los niveles de la organización". "En definitiva, tiene que ser una compañía valiente y sin miedo", insistió.
Pero, ¿cómo se consigue este tipo de empresas? Parra lo tenía claro: "Una compañía es siempre la sombra de una persona, ya sea el CEO, el dueño o el fundador, que es el que marca". Por tanto, es en el liderazgo donde está la clave del éxito, para el directivo de Stadler. "Siempre digo que la verdadera ventaja competitiva de una firma no es un producto, una manera de hacer o unos servicios, sino su gente y quién gestiona a ese personal", incidió para señalar que esos líderes también deben conocer la realidad del día a día, tener visión a largo plazo y itir sus errores para corregirlos.
"El liderazgo empieza corrigiéndose a uno mismo", sostuvo. Y es que, a su juicio, el mundo empresarial es "poliédrico" y, por ello, se necesitan personas que dirigan equipos con diferentes visiones para conocer "diferentes maneras de ver la realidad".
Autoridad, comunicación y humildad
"Uno de los grandes problemas que tienen las compañías hoy en día, y yo creo que también la sociedad, es la dejación de autoridad. La autoridad hay que ejercerla y poner pocas normas. Y, si la gente no quiere seguirlas, invitarle a salir de la organización cuanto antes. Es hacerle también un favor porque esa persona no está alineada con los valores", sostuvo Parra. Eso sí, precisó que ese mando debe ostentarse con comunicación con los equipos para que sean "lo mejor que pueden ser". "Somos nosotros, los jefes, los que tenemos que sacar todo lo que puede dar una persona. Esa es nuestra misión".
Pero también, defendió que un buen CEO actúa con "humildad", especialmente en el momento de la sucesión para dejar paso y hacerse a un lado. Una de las característica más importante que yo iro en un buen CEO es la humildad para crecer, tomar decisiones y para dar el paso a nuevas generaciones de forma programada y razonable", concluyó.