VALÈNCIA.CHM, Bertolín, Torrescamara, ACS y Dragados son solo algunas de las empresas que han pujado por la construcción de una promoción pública de 67 viviendas para alquiler asequible en Gandia. Un proyecto que se inició en la legislatura pasada del Botànic, pero que el equipo actual de la Conselleria de Susana Camarero ha retomado para no perder los fondos europeos que incluye y que obligan a que el proyecto esté finalizado antes de junio del 2026. El presupuesto de licitación es de 10,5 millones de euros y la convocatoria ha despertado el interés del sector con la presentación de 14 ofertas, según consta en la Plataforma de Contrataciones del Estado.

Así, aspiran a llevarse las obras de este inmueble, promovido por la Entidad Valenciana de Suelo y Vivienda (EVha) en el distrito de Santa Anna de Gandia, tanto grandes constructoras nacionales como más locales. En concreto, se han presentado Abala Infraestructuras; Alcudia Servicios y Obras, CHM, Citanias Obras y Servicios, Dragados, Ecsa Obra Pública y Civil, así como Edificaciones Verdoy. De igual modo, optan Gestafer, Bertolín, Guerola, Proyme, Torrescamara, la UTE formada por Vainsa y GC; y el grupo ACS, a través de Vías y Construcciones. 

De acuerdo con el pliego de condiciones, la adjudicataria tendrá un plazo de 24 meses de ejecución, más el plazo de garantía y posterior liquidación del contrato, según consta en la plataforma del Estado. El proyecto se basará en el diseño y la propuesta arquitectónica de la UTE formada por Ignacio Senra Fernández-Miranda / Ignacio Murad Sangiorgi, que en febrero de 2019 ganaron el concurso de ideas organizado por el Ayuntamiento de Gandia y la antigua Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática con el proyecto 'Rubik'. 

La actuación se desarrollará sobre un solar en esquina situado en el cruce de las calles Montdúver 60 y Gabriel Miró, frente al Palacio de Justicia. La parcela tiene una superficie de 1.932 metros cuadrados, con una edificabilidad aproximada de 7.000 metros cuadrados, lo que supone una capacidad aproximada de 67 viviendas, áreas comunitarias, una planta baja con cuatro plazas de aparcamiento y un sótano con otras 59 plazas. Las viviendas pasarán a formar parte del parque público de la Generalitat.

La promoción cuenta con una financiación de 7.793.373 euros de la Generalitat y 2.721.894 euros procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado por la Unión Europea-Next Generation UE.

Cabe recordar que este proyecto se enmarcaba dentro del plan del Botànic para construir en cinco años más de 2.400 nuevos inmuebles en la Comunitat Valenciana. Uno de sus ejes principales conllevaba la promoción pública por parte de la EVha, a través de promociones propias en Alicante, Torrent, Gandia y Elx. Iniciativas en las que se primaba la búsqueda de modelos habitacionales adecuados a las nuevas demandas ambientales y sociales, proponiendo edificios energéticamente eficientes y con una sostenibilidad manifiesta, tanto durante el proceso constructivo como durante toda la vida útil de los mismos. Se convocaron los concursos y se adjudicaron unos ganadores, pero el resto del proceso quedó en el aire. 

De hecho, la reactivación de este proyecto se ha demorado más de lo previsto, ya que la licencia de obra estaba concedida desde 2023. No obstante, no fue hasta el 2 de agosto de 2024 cuando el Gobierno central y la Generalitat Valenciana sellaron un acuerdo para contar con fondos europeos tanto en la construcción de estas viviendas como en la de los otros tres desarrollos, que en total suman 143 unidades.

Características del edificio de 67 viviendas

El diseño del edificio, basado en el proyecto 'Rubik', ganador del concurso de ideas, propone una fachada concebida en forma de zigzag para permitir que todas las viviendas dispongan de una terraza. En lo que respecta al interior, se creará un amplio espacio abierto para convertir el patio en el centro de vida y actividad del edificio.

Se tratará, además, de un inmueble que desde el proceso de construcción, con módulos prefabricados y adaptados a las nuevas exigencias, se ha pensado en la minimización de la huella de carbono, a través de elementos como el aprovechamiento de energías como la solar y la térmica para abastecer las zonas comunes y viviendas. Además, se aprovechará también el agua de lluvia mediante un aljibe situado sobre la zona de estacionamiento.