VALÈNCIA. En un mundo empresarial cada vez más regulado, donde las normativas pueden convertirse en una carga operativa o una ventaja competitiva, la startup valenciana iCloudCompliance, fundada en 2019 por Christian Crespo, ha desarrollado una plataforma tecnológica que permite a las empresas cumplir con la gobernanza, el riesgo y el compliance (GRC) de forma más ágil. Su modelo SaaS, basado en inteligencia artificial y blockchain, está ayudando a empresas, tanto grandes como pequeñas, a navegar con seguridad por el mar de la regulación.
“Yo venía del mundo corporativo. Fui directivo en el grupo BBVA, lideré una farmacéutica y una reestructuración empresarial, y en todos esos entornos vi lo mismo, la necesidad de cumplir con los procesos regulatorios se gestionaba con excels”, explica Christian Crespo, CEO de la compañía. España es el segundo país del mundo con más carga normativa, solo por detrás de Chile. Se estima que una pyme española debe cumplir con cerca de 150 normas diferentes. Desde protección de dato hasta sostenibilidad, pasando por ciberseguridad o prevención del blanqueo de capitales.
“El cliente tipo es cualquier empresa que quiera estar tranquila. No hay un único sector. Aunque es cierto que el logístico, por ejemplo, está especialmente expuesto. Un solo contenedor puede implicar decenas de normativas diferentes”, comenta Crespo, quien es licenciado en Economía por la Universitat de València. “Lo que vemos en el día a día es que, cuando visitamos a clientes, nos encontramos con profesionales de legal, calidad o sostenibilidad completamente frustrados. Están solos frente a esta vorágine. Y si lo externalizan, se encuentran con asesores igual de desbordados que ellos. A veces parecen abogados más que consultores, pero están igual de frustrados", reconoce.

El sistema de iCloudCompliance permite al introducir la razón social de su empresa en la plataforma y el software genera automáticamente un checklist normativo. A partir de ahí, permite derivar responsabilidades, automatizar flujos, registrar evidencias y, en última instancia, construir una defensa jurídica sólida en caso de litigio o inspección. Todo ello mediante inteligencia artificial que detecta y resume las normativas relevantes, y blockchain que certifica la veracidad de la documentación registrada. "Nosotros mezclamos tecnología de IA y blockchain. Somos una red privada que valida la acción del , y eso ha permitido que, en algunos casos, nuestros clientes se hayan beneficiado incluso ante un fiscal", apunta el CEO de la tecnológica.
La compañía emplea actualmente a 14 personas y, aunque dispone de un equipo comercial muy reducido, solo tres vendedores, su crecimiento ha sido impulsado en gran medida por el boca a boca. "No tenemos una estructura dimensionada aún, pero la consolidación del producto es muy alta. Los clientes nos recomiendan. Ahora estamos inmersos en una ronda de financiación de dos millones para seguir formando equipo y profesionalizar más áreas", destaca.
En 2021, Angels, la sociedad de inversión de Juan Roig, ya aportó 200.000 euros al proyecto y actualmente es su único inversor. "La inversión de Juan Roig fue clave. Yo soy valenciano, y gracias a ella me trasladé aquí. Estar en Lanzadera nos ha ayudado mucho", asegura. Actualmente, la compañía tiene presencia en 35 países, contando con la confianza de grandes clientes como Indra o Aeroméxico. En 2025, espera alcanzar el millón de euros en ingresos y planea duplicar esa cifra cada año. "Nuestro objetivo para 2025 es seguir consolidando y duplicar la facturación año tras año. Pero para ello, necesitamos que el próximo inversor aporte valor y conocimiento, no solo capital", apunta el fundador.