La economía azul ha dejado de ser una etiqueta teórica para convertirse en una de las grandes palancas de transformación económica y medioambiental para los territorios costeros. Así lo defiende Carolina Navarro, directora de Economía Azul de la Fundación Valenciaport. En su opinión, el puerto de València reúne las condiciones ideales para liderar este nuevo paradigma que combina sostenibilidad, innovación, desarrollo tecnológico y empleo de calidad.
“La economía azul engloba todas las actividades económicas relacionadas con los océanos, los mares y las costas”, explica Navarro, citando sectores como el turismo marino, las energías renovables oceánicas, la biotecnología marina o el transporte marítimo. Pero subraya que no se trata solo de crecer: “Es una forma de decir que podemos avanzar sin destruir lo que nos sostiene. Desarrollar sin explotar”.
En este contexto, el papel del puerto de València es fundamental. Según Navarro, Valenciaport no solo genera más de 3.200 millones de euros en valor añadido bruto y aporta más de 50.000 empleos, sino que se está posicionando como motor de sostenibilidad. “Tenemos un ecosistema muy potente que combina empresas tecnológicas, universidades, un espíritu emprendedor vibrante y un puerto líder en Europa. Todo esto crea el entorno ideal para que Valenciaport sea el hub de referencia en economía azul”, afirma.
Desde la Fundación Valenciaport se trabaja en múltiples líneas. La innovación es una de las principales, con proyectos como "Endfouling", que busca desarrollar materiales biotecnológicos antifouling para reducir el impacto ambiental de las embarcaciones. O el proyecto Un país de mar, que fusiona turismo costero y patrimonio pesquero para ofrecer experiencias inclusivas con arraigo local. “Queremos impulsar un turismo más sostenible y poner en valor la tradición pesquera de nuestros barrios marítimos”, señala.
El talento es otra de las prioridades. La Fundación desarrolla formación técnica de alto nivel a través de másteres, FP dual y proyectos europeos como "Blue Ports" o "NeXTraIn.PortS", que preparan a los profesionales del futuro con visión global, digital y sostenible. “No se trata solo de formar, sino de preparar a la nueva generación para liderar el cambio en los puertos y la logística de mañana”, apunta Navarro.
Pero junto a las oportunidades, la economía azul plantea desafíos importantes, como su complejidad y transversalidad. “Abarca muchos sectores y muchos actores: istración, empresas, centros de investigación, ciudadanía… Coordinar todo eso es uno de los grandes retos que tenemos por delante”, concluye.