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entrevista al impulsor de la iniciativa

García-Portillo: "Al empresario no se le ha ocurrido venirse al territorio, soy el llanero solitario de un nuevo renacer

  • Fotos: EDUARDO MANZANA
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VALÈNCIA. "Las ciudades están saturadas y hay un territorio enorme mal organizado". Así lo cree el empresario Manuel García-Portillo, fundador de Grupo MGP, que desde que iniciara su salida paulatina de Tecnidex, compañía dedicada a la elaboración de productos y servicios de sanidad hortofrutícola, se embarcó en un proyecto de repoblación con la filosofía de devolver la presencia humana a zonas que, durante los últimos años, la han ido perdiendo. 

Para ello, inició la adquisición de una decena de casas de campo abandonadas con el fin de rehabilitarlas en Les Alcusses de Moixent, La Serra de Moixent, Altos de Navalón y en Fontanars del Alforins, en la provincia de Valencia. Zonas que le vieron crecer y que actualmente no conservan prácticamente habitantes. Millones invertidos con los que espera inspirar a otros proyectos que recorran el mismo camino y devuelvan las personas al territorio. "Un club de encuentro en torno a la naturaleza" en el que los asistentes disfruten de la comida tradicional de la zona y de sus propios proyectos enológicos, como Casa Turús.

- ¿Qué diría que es proyecto Origen?

- No soy hostelero, no soy restaurador, no soy panadero, no soy vinatero ni almacerero. Si la experiencia lo necesita, damos de dormir, damos de comer y hacemos pan, vino y aceite. Lo hacemos porque todo está alrededor del ser humano, que es el que marca. Dormir no es una experiencia, es lo que menos me gusta, porque esto no es un hotel. Si alguien tiene que trabajar tres días, necesitas dormir. Pero desayunar es una experiencia. También lo es comer. Pasear por la zona, pero dormir no. 

Foto: EDUARDO MANZANA

- Entonces, ¿cuál es su filosofía? Atraer humanos a espacios que los han perdido.

- Soy un ser humano que busca otros seres humanos. A mí una vez me preguntaron, qué eres, y soy un alma en búsqueda, porque el que no busca no encuentra. Nosotros, somos un conjunto de personas y para nosotros eso es lo más importante. Se trata de desarrollar un tipo de sociedad, igual a como se desarrolló la sociedad en la ciudad. El mundo se organizó en ciudades, se hizo una trashumancia y la sociedad civil se fue a las ciudades. La istración puso jardines, escuelas, hospitales, universidades,....

"Hay que volver a poner humanos en el territorio"

¿En qué situación estamos? Pues es posible que nos hayamos pasado un poco. Las ciudades están saturadas y hay un territorio enorme mal organizado. Nos hemos ido tanto para allí y aquí, en la España vaciada, ¿qué haces tras el diagnóstico? Hay que volver a poner humanos en el territorio. Y, para eso, ¿qué hace falta? Políticas activas. Lo mismo que ha hecho la istración pública en las ciudades, volver a hacerlo en el territorio. 

- ¿Y por qué la gente se ha ido a las ciudades?

- Cuando sales del núcleo duro que envuelve las ciudades, hay pueblecitos. Los pueblecitos, en estos momentos, son más un trampolín para llegar a la ciudad. Todos los hijos de las familias se van y se quedan los mayores. Aquí, en esta zona de Les Alcusses, hace 50 o 60 años, vivían 600 personas. Ahora, unas 10. ¿Qué ha sucedido? Ahora, estamos desarrollando este proyecto en el núcleo del territorio. Donde se están quemando los bosques, donde se están produciendo los alimentos,... Ahí está el núcleo en el que tenemos interés de trabajar.

"En el territorio están los alimentos, el agua, la energía y el aire que respiramos"

No es tanto el pueblo de Moixent en sí, que es más un camino de ir a la ciudad y donde se pueden transformar tiendas en un centro comercial. Desde aquí, las 600 personas se han ido allí, y el pueblo es el trampolín para ir a la ciudad más que de volver al territorio. Hay que crear toda una cultura y forma de vida. De entender y de comunicar para devolver al territorio en sintonía con cómo se hizo para construir las ciudades. Hay que dignificar desde las instituciones y decir que las personas que viven en el territorio son una maravilla, y se puede vivir de maravilla. Están los alimentos, el agua, la energía y el aire que respiramos.

Como yo digo, cuando quiero poner un poco las cosas más duras de la cuenta, tus hijos podrían acabar con dos bombonas de oxígeno yendo a la escuela. Aquí el aire es más respirable que en la ciudad. Hoy ya no parece mal beber agua mineral y no del grifo. Respiraremos aire en botellitas. Hay que hacer una transformación global de comunicación a todos los niveles. Porque o dignificamos el territorio y hacemos políticas activas para repoblar o nuestro futuro puede pintarse de este color.

- En el pasado Gobierno valenciano se incidió en la despoblación.

- Soy empresario, no político. Y aunque se ha hecho diagnóstico de la despoblación, no hay nadie que sea capaz de hacer un plan de repoblación. Hasta ahora, no lo he visto. Los bosques se siguen quemando, la gente sigue yéndose a la ciudad y algo habrá que hacer, porque esto se está despoblando y, qué vamos a comer, ¿carne sintética? ¿Biocarne de insectos?

"Aunque se ha hecho diagnóstico de la despoblación, no hay nadie que sea capaz de hacer un plan de repoblación2

Hay que meterle al territorio sentido común, sentido práctico y hacer políticas activas. Lo que no puede ser es que uno se queda en la ciudad sin trabajo y allí hay un sitio donde comer, otro donde dormir, y en el territorio ocurre lo mismo y se queda uno mirando a la luna. ¿Dónde está el centro de acogida? No obstante, en el territorio hay mucha humanidad y te recoge tu familia. ¿Por qué no hacer políticas activas en las que mandar a gente a trabajar en el territorio">

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