VALÈNCIA (EFE). La lactancia y el uso del chupete reducen el riesgo de muerte súbita del lactante y la exposición al tabaco, alcohol y drogas lo aumentan, según un estudio presentado en el 71 Congreso de la Asociación Española de Pediatría (AEP), que se celebra en València con la asistencia de cerca de 2.000 especialistas.
Las conclusiones de este estudio han confirmado la urgencia de concienciar a la población sobre los factores que pueden aumentar o disminuir el riesgo de muerte súbita inesperada en lactantes (MSIL), según han informado fuentes de la organización.
La muerte súbita inesperada en lactantes es el fallecimiento sin razón evidente de un niño menor de un año, que ocurre generalmente durante el sueño y cada año se producen en España en torno a 45 casos.
La doctora Isabel Izquierdo Macián, jefa del Servicio de Pediatría y Neonatología del Hospital Universitario y Politécnico La Fe, quien ha presentado un estudio en el que se han investigado las causas de 132 fallecimientos de este tipo en la Comunitat Valenciana en una década, de 2006 a 2017, ha afirmado que "algunos de esos casos podrían ser evitables".
El estudio ha permitido obtener un perfil epidemiológico de las víctimas en la Comunitat Valenciana, exportable a España, según el cual el pico de mortalidad se da entre el primer y el segundo mes, más en niños que en niñas, generalmente durante las horas de sueño, a medianoche y a primera hora de la mañana, y predominan los casos en otoño y en invierno.
La tasa de MSIL en la Comunitat Valenciana a lo largo de estos años se sitúa en 0,14 por cada mil niños nacidos vivos, al igual que en España, y las enfermedades infecciosas han sido las principales causantes (51 %), seguidas de las patologías cardíacas (31%).
En el 81% de los casos estudiados, las circunstancias de la muerte sugerían que había habido un ambiente de sueño inseguro
El análisis incluyó la evaluación del conocimiento de los factores de riesgo y evidenció que las madres, padres y familiares de los recién nacidos tienen un bajo grado de conocimientos sobre la prevención de la MSIL, incluso tras haber recibido información al respecto, y que el uso del chupete como factor protector fue el menos conocido.
"Los mensajes de prevención parecen no llegar adecuadamente a la población, hay que conseguir un impacto mayor en toda la sociedad. El personal sanitario debe asesorar y educar, y resulta imperativo reimpulsar campañas masivas de formación y prevención a lo largo del embarazo y todo el periodo neonatal", afirma la doctora.
Reducir las radiaciones
Por otra parte, durante el congreso se ha defendido la necesidad de cambiar la tendencia actual de hacer cada vez más pruebas radiológicas a la población infantil, pese a que son prescindibles muchas veces, y han señalado que una sola exposición a pruebas ionizantes, como la tomografía computarizada o la radiografía, "incrementa el riesgo de mutaciones susceptibles de causar tumores".
Según han señalado, la resonancia magnética se plantea como alternativa más segura, aunque su disponibilidad es menor y exige adaptaciones para utilizarla en población infantil.