VALÈNCIA. Parece un deja-vú: las obras del Palau de la Música de València se eternizan y retrasan su conclusión más de un año de la primera proyección de plazos; al menos en 2027. El grueso de la inversión, que se anunció a bombo y platillo en abril de 2024, no se desembolsará hasta tres años después.

Los nuevos plazos oficiales están reflejados en la respuesta que la Concejalía de Acción Cultural ha remitido a una pregunta formulada por la regidora de Compromís Luisa Notario a la que ha tenido este diario. Si en abril de 2024, el Ayuntamiento planteaba que ese mismo año se diseñarían “los pliegos más complejos” y 2025 sería el año en el que se licitarían y se haría realidad el grueso de actuaciones; ahora parece que no será hasta 2027.

Según la respuesta remitida, la auditoria técnica de Santatecla señaló varias incidencias tanto en el edificio principal (de 1987) como en el anexo (de 2002). La actuación más urgente, la que sería prioritaria, consiste en resolver el problema de las inundaciones en el vestíbulo por el que entra el personal y los artistas. Para no alterar el día a día de la plantilla, se llevarían a cabo en vacaciones. En abril de 2024, el Palau soñaba poder hacer la intervención ese mismo verano; más tarde los plazos istrativos obligaron a retrasar el inicio hasta diciembre de 2024. Hace apenas unas semanas el Ayuntamiento confirmó que finalmente tendrían lugar en verano de 2025.

¿Qué ha pasado para que suceda este retraso? Según explica el Ayuntamiento en la respuesta remitida a la concejala Luisa Notario, la Dana “obligó a replantear el calendario de ejecución”, aunque el temporal tuvo lugar apenas mes y medio antes de la previsión de inicio de la actuación y esta ni siquiera había salido a licitación (en julio, una nota del Ayuntamiento aseguraba que su publicación era "inminente"). Además, según el nuevo calendario, mientras esta actuación se dilataba, el resto tampoco han avanzado.

Solo así se entiende que, con el cronograma facilitado por el propio Ayuntamiento, en 2025 tan solo se desarrollará esta primera actuación y en 2026 se licitarán los proyectos de obra, que no empezarían hasta 2027, en el mejor de los casos. Si mantienen los plazos entre el inicio y el final de las obras que el Palau proyectó en abril de 2024, 12 meses no serán suficientes, y en 2028 podrían seguir las actuaciones.

En concreto, se espera que en 2026 se empiece el proyecto tanto de la estanqueidad en el foso de los ascensores, como la sustitución parcial de la cubierta de cobre del edificio principal y el nuevo sistema para evitar filtraciones y entradas de agua en el edificio anexo.

Además, se incluyen actuaciones que no estaban dentro del informe de Santatecla pero que el Palau de la Música también quiere abordar, como la plataforma para la ampliación ocasional del escenario de la Sala Iturbi y la reforma de los baños —todos previstos igualmente para que el proyecto salga en 2026 y se ejecuten en 2027.

Por otra parte, hay incidencias del mismo informe que no forman parte del cronograma facilitado, como son los acabados e instalaciones del Patio de los Naranjos “con un desgaste significativo”, la supresión del fibrocemento con asbestos en la red de saneamiento y la mejora de la producción de frío en la climatización.

La prueba definitiva del retraso más allá de la Dana lo pone en evidencia el gasto previsto cada año. Si antes, 2025 y 2026 iban a soportar el grueso del presupuesto, ahora tan solo se han reservado 340.000 y 387.314 euros, respectivamente. Se concentra, así, la mayoría del gasto en 2027, 5.967.969 euros, haciendo un total de 6.455.236 euros en toda esta “segunda fase”.

La concejala Luisa Notario ha valorado que “En el primer anuncio hecho en julio de 2024 incluido se afirmó que entre agosto y septiembre de 2024 se haría la planificación y en diciembre empezarían las obras, un anuncio que desde Compromís denunciamos que era legal y técnicamente imposible porque no había ni presupuesto. El tiempo nos ha dado la razón porque nos encontramos ante una obra imaginaria, una nueva mentira del gobierno del PP y Vox que esconde la carencia de gestión y sus líos con fake news. Lo único que hay a día de hoy es una licitación menor de unas obras en la zona de conserjería, del resto no han movido ni un papel”.

La alcaldesa María José Catalá se implicó personalmente en la denuncia de que las obras del Palau de la Música impulsadas por la anterior corporación se habían hecho mal y a destiempo, y se comprometió con una segunda fase que ahora parece caer en piedras similares. El Palau de la Música estuvo cerrado cuatro años, desde 2019 hasta 2023, en su gran reforma. Desde que se detectó la necesidad de las nuevas intervenciones hasta que se concluyan (esta vez sin previsión de tener que alterar la programación), pasarán otros cuatro años, desde 2023 hasta —al menos— 2027.