Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 91% de la población que reside en zonas urbanas respira aire contaminado, ocasionando, aproximadamente, la muerte de siete millones de personas en todo el mundo cada año. Gran parte de culpa la tiene el tráfico rodado, al que un 60% de los españoles recurre a diario para sus desplazamientos al trabajo. En el caso de la ciudad de València, el Ayuntamiento considera que el tráfico rodado privado es el que genera mayor impacto en los niveles de contaminación, un 68,05% de las emisiones de CO2 de la ciudad, correspondientes a 973.104 toneladas por año.
El transporte intermodal y la micromovilidad se erigen como alternativas para paliar el problema. Se basa en combinar distintos modos de transporte, eligiendo, siempre que sea posible, la opción menos contaminante. Se incluyen aquí los llamados vehículos de movilidad personal (VMP) como patinetes, bicicletas o motocicletas eléctricas, así como el transporte público, coche compartido y, el más sostenible de todos: nuestras propias piernas.
Fuerte caída
La covid-19 dio un fuerte impulso a la micromovilidad, evidenciando lo rápido que se reduce la contaminación una vez que se dejan de hacer tantos viajes en auto. Sin embargo, tras abrazarla con fuerza, una vez olvidados los tiempos de pandemia, en España se habla ya del «fin de la burbuja de la micromovilidad». Un estudio de idealo.es apuntaba, en octubre de 2024, una reducción del 70% en la demanda de bicicletas eléctricas y del 44% en patinetes eléctricos en comparación con el año anterior. Por el contrario, en países como Reino Unido o Austria su demanda cobra cada vez más peso.
Cierto que para que la micromovilidad se convierta en una alternativa real y al gusto de todos se necesitan infraestructuras que la hagan segura, así como una regulación clara que la ordene. Otro estudio, este de la Fundación Mapfre y Cesvimap denominado Análisis de la siniestralidad de vehículos de movilidad personal 2024 en España, registraba cerca de cuatrocientos siniestros —treinta en la Comunitat Valenciana— con VMP, consistentes en caídas, atropellos o colisión con otros vehículos, y un total de catorce fallecimientos, dos de ellos en nuestra comunidad. Muchos de estos siniestros tienen su origen en la desobediencia de las normas de circulación vigentes, a lo que algunas empresas que operan en este mercado añaden cierto vandalismo de aquellos que no saben respetar los bienes compartidos.
- El equipo de Ciclogreen.
Pero nada de ello debería invalidar la micromovilidad como una de las opciones más sostenibles y convenientes en el entorno urbano, especialmente en distancias cortas.
El compromiso de las empresas
Su fácil manejo, la rapidez, la flexibilidad para sortear atascos de tráfico, el sencillo estacionamiento, el ahorro económico o el compromiso con el medioambiente figuran entre las razones más poderosas a la hora de decantarse por este tipo de movilidad. Pero no obviemos que se trata de una decisión que requiere valentía y una alta dosis de voluntad personal.
Para animar su adopción, algunas empresas han establecido una serie de incentivos que premian a aquellos empleados que deciden ir al trabajo en bicicleta. Una de las primeras organizaciones españolas en adherirse a esta práctica fue Ingeteam Service, empresa que ofrece al mercado soluciones de movilidad eléctrica. La compañía puso en marcha, en marzo de 2016, una campaña que incentivaba con 1 euro al día a los trabajadores que acudían a su puesto en bicicleta, además de organizar cada año la Fiesta de la bicicleta, en la que se hace entrega a los empleados del incentivo económico acumulado a lo largo del año por este motivo.
En Ciclogreen, por su parte, se dedican al desarrollo de soluciones innovadoras que ofrecen a las istraciones públicas, universidades, empresas y otras organizaciones que quieran fomentar la movilidad sostenible entre sus ecosistemas. Para ello, han creado una plataforma online que incluye planes de movilidad sostenibles y gamificados, donde los s registran los kilómetros recorridos, incentivándolos por ello. La misma aplicación monitoriza los datos para calcular, entre otras métricas, el ahorro de CO2. La solución se alzó con el premio de los World Summit Awards (WSA) 2024, en la categoría de medioambiente y energías verdes, siendo seleccionada entre más de novecientos proyectos presentados de 182 países. Renfe, BBVA, Cosentino o Fagor son solo algunas de las compañías adscritas a la plataforma.
Sobre ruedas
«Hemos nacido para agitar el sector de la movilidad con motos y ciclomotores eléctricos», afirman en Velca, la marca española lanzada por Emilio Froján junto con otros cuatro socios en plena pandemia, circunstancia que les impidió empezar con buen pie. Para sortear el bache, hicieron una campaña de equity crowdfunding en Linkedin con la que consiguieron captar 750.000 euros en cuatro horas. La mayor ronda de inversión la cerrarían a finales de noviembre de 2023, con 5,3 millones de euros. El fabricante español de motos eléctricas finalizó 2024 con un crecimiento de sus ventas del 12% respecto al año anterior.

- Emilio Froján, uno de los creadores de la marca de motos eléctricas Velca
Las emisiones de una moto eléctrica apenas alcanzan los 15 gramos por kilómetro, mientras que una moto de combustión llega a los 53 gramos por kilómetro (un 72% más). En este sentido, Velca ha contribuido a ahorrar más de 1.500.000 kg de CO2 con los más de tres mil vehículos con los que contaba ya en las calles en febrero de 2024.
También con el foco puesto en motos y bicicletas nacía Cooltra en Barcelona, en el año 2006, con una propuesta basada en la economía sharing permitiendo el alquiler de este tipo de vehículos durante minutos y horas. En pocos años, Cooltra ha vivido una importante expansión, pasando de alquilar cincuenta motos en una única oficina en Barcelona, a contar, al cierre de 2024, con una flota de treinta mil vehículos (el 85% de los cuales son eléctricos), más de cien puntos de alquiler en Europa y una plantilla de más de seiscientos trabajadores. Al alquiler de motos a corto y largo plazo se le suman actualmente servicios como el alquiler a empresas, la gestión de flotas a compañías y istraciones públicas, y un nuevo servicio de bicicletas públicas para ayuntamientos. Además, Cooltra es la empresa impulsora del primer motosharing eléctrico a nivel europeo con presencia en más de veinte ciudades.
La ola reacondicionada
La valenciana Tuvalum, fundada en 2015 por Ismael Labrador y Alejandro Pons (CEO), se separa de otras propuestas de micromovilidad con una solución de recommerce de bicicletas reacondicionadas de segunda mano. Antes de ponerlas a la venta revisan al detalle cada componente de la bicicleta, sometiéndolas a numerosos protocolos de control. Hoy, son referente en Europa gracias a una propuesta de valor única que les permite vender en más de quince países del territorio comunitario.

- Alejandro Pons, uno de los fundadores de la valenciana Tuvalum.
Tuvalum ha ido evolucionando y ampliando su ámbito de actuación. Entre sus últimas iniciativas figura la apertura de un showroom de dos mil metros cuadrados en el polígono industrial de Fuente del Jarro (Paterna), donde los s pueden ver, probar y comprar las más de quinientas bicicletas reacondicionadas que alojan en las instalaciones. Alejandro Pons confirma la buena marcha de la compañía que reúne ya a un equipo de veinte personas y expresa su convencimiento de que «el uso de la bicicleta para nuestros desplazamientos diarios va a ir a más en unas ciudades cada vez más saturadas y contaminadas».
A medio camino entre el reacondicionamiento y la venta nueva se establece Mundimoto, una empresa radicada en Barcelona que, en apenas cinco años de vida, consiguió cerrar el año pasado con una facturación de setenta millones de euros y una plantilla de trescientas personas. Y todo ello, como dice Josep Talavera, CEO y cofundador, «sin necesidad de inventar la rueda».
La idea original de Mundimoto era comprar motos usadas en Wallapop, reacondicionarlas, y volver a venderlas en Wallapop. El paso del tiempo demostró el buen encaje de la propuesta en el mercado, de manera que montaron luego su propia tienda online; pasaron después a un pequeño showroom en Mataró, y de allí a un establecimiento de dos mil metros cuadrados en Barcelona. Actualmente tienen otros distribuidos por distintas ciudades, entre ellas València. Asimismo, a la venta de motos de segunda mano reacondicionadas, y como nueva línea de negocio, han añadido el alquiler de las mismas a través del renting, donde aseguran ocupar el 95% de la cuota de mercado en nuestro país. A su favor, decir también que esta startup de movilidad urbana ha sido, por ahora, el único proyecto que le ha parecido interesante a Pablo Isla, expresidente de Inditex, para invertir en ella.
