VALÈNCIA. La Generalitat Valenciana prepara cambios normativos para acelerar el despliegue del biogás en la Comunitat Valenciana, hasta ahora con una implantación mínima en la región. Un nuevo marco legislativo que se enmarcará dentro del Nuevo Plan Director Energético, que ultima el gobierno autonómico, y que incluye en uno de sus ejes el impulso de este gas renovable como vector de la transición energética en tierras valencianas. Y es que, hasta ahora, el sector se quejaba de que la normativa está obsoleta y ralentiza la ejecución de este tipo de proyectos porque no contempla las nuevas innovaciones y tecnologías que actualmente disponen este tipo de infraestructuras. De ahí que desde la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turimo quieran actualizar la regulación para ajustarse a la nueva realidad.

"El biogás va a ser un eje dentro de la política energética", subraya Felipe Carrasco, secretario autonómico de Industria de la Generalitat Valenciana, en una entrevista con Plaza, que se publicará en los próximos días. Para ello, avanza que el nuevo Plan Director Energético, que prevé que se presente antes de verano, recogerá "una modificación legislativa para facilitar este tipo de proyectos", como ya tienen otras regiones como Andalucía, Castilla y León o el País Vasco. "No queremos inventar la rueda, sino que queremos adaptar aquello que ya funciona y que es rápido de implementar para realmente impulsar el biogás en la Comunitat porque está muy atrasado", ite.

De hecho, este tipo de plantas ya están muy consolidadas en muchos países europeos, pero todavía son escasas en España. Y es que el biogás es un gas renovable que tiene su origen en la digestión anaeróbica de material orgánico como desechos ganaderos, agrícolas, industriales o residuos urbanos, por lo que, además, contribuye al fomento de la economía circular. Es, por tanto, una alternativa a los combustibles fósiles y un vector energético más para lograr la neutralidad de carbono y cumplir con los objetivos de descarbonización que fija Bruselas. De hecho, la Comisión Europea ha diseñado una estrategia, dentro del plan REPowerEU, con unos hitos a cumplir en cuanto a potencia y desarrollo del biogás para minimizar la dependencia de gases fósiles.

De igual forma, el Gobierno de España ha elaborado una 'Hoja de Ruta del Biogás', que plantea multiplicar por 3,8 su producción hasta 2030, superando los 10,4 TWh que fija el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, lo que pone de manifiesto su relevancia en el camino para esa transición verde. Estima, además, que su producción permitirá la emisión a la atmósfera de aproximadamente 2,1 toneladas de CO2 al año. Ahora, es la Comunitat Valenciana la que quiere acelerar esta tecnología con una normativa que favorezca la implantación de este tipo de desarrollos. 

Para ello, la futura modificación contempla la posibilidad de construir este tipo de instalaciones en zonas rurales, es decir, fuera de las zonas urbanas, algo que ahora no se contempla, para "evitar posibles molestias", puntualiza Carrasco. Asimismo, se busca que estas instalaciones estén cerca de los centros productivos y de la industria, que es una de las principales fuentes de obtención de la materia prima para generar este gas. 

"Esta modificación legislativa va a ser un hito importante y favorecerá que las plantas estén más cerca de la industria en áreas rurales", remarca Carrasco. "En Francia tienen ya casi 400 plantas y aquí estamos aún muy lejos. Además, en la Comunitat tenemos mucha capacidad de materia prima para poder implementar esta energía con masa crítica", destaca.

En este sentido, incide en que para grandes industrias valencianas como la agroalimentaria sería un factor de competitividad, además de "mantener el marchamo de industria sostenible". "Al final, es cerrar el ciclo en economía circular", insiste el secretario autonómico que evita dar más detalles hasta su presentación.

Actualmente, la Comunitat Valenciana cuenta con 28 plantas de biogás. De ellas, dos instalaciones son en vertedero; 20 de depuración de residuos, EDAR; y finalmente otras seis pertenecen al sector agropecuarios y agroalimetario para la producción de calor y electricidad para consumo propio y venta, a través de la inyección a la red eléctrica, según datos de Ivace+i. 

Cierto es que en la anterior legislatura se presentó una hoja de ruta concreta para alcanzar las 100 plantas y los 6.000 empleos en 2030, pero poco se avanzó en este sentido. Ahora, el objetivo es cambiar el actual panorama y agilizar expedientes y proyectos como ya se ha intentado hacer con los fotovoltaicos.