VALÈNCIA (EP). La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) y la Fundación Agricultura y Medio Ambiente de la Comunidad Valenciana (FUVAMA) han pedido la puesta en marcha de una Ley de espacios verdes productivos que "reconozca socialmente y compense económicamente los servicios agroambientales que realizan los agricultores y ganaderos".
"Sería el dinero mejor gastado para evitar superar el punto de no retorno, con un envejecimiento récord de la población agraria y una falta absoluta de relevo generacional", ha defendido el presidente de Fuvama, Bernardo Ferrer, en un comunicado.
Ferrer ha reclamado también reciprocidad en los acuerdos comerciales y una cadena alimentaria europea que impida la venta a pérdidas.
El presidente de Fuvama ha señalado que los agricultores son quienes mantienen "todos los días del año el manto verde que no se quema, el paisaje vivo que absorbe dióxido de carbono y libera oxígeno a la atmósfera, el suelo que no se erosiona y frena el desierto, la tierra sobre la que producimos alimentos sanos y saludables".
Así, ha asegurado que los agricultores quieren preservar la tierra que heredaron de sus padres y que "ojalá disfruten" sus hijos, pero que si usan un fitosanitario es porque "es necesario para combatir una plaga o una enfermedad que afecta a la plantación".
"Las leyes europeas tienen la loable intención de conseguir un campo más sostenible, pero si únicamente se limitan a prohibir y prohibir sin dar alternativas eficaces, lo que provocan es justo lo contrario: multiplicar el desperdicio, arruinar a los productores y acelerar el abandono de campos, con la consiguiente degradación medioambiental. No puede haber campo verde con números rojos", ha remarcado.
Según Ferrer, el sector agrario europeo está haciendo un "tremendo esfuerzo para adaptarse a las rigurosas e incoherentes exigencias de Bruselas", pero "a la hora de vender en el mercado, no recibe una mejor y justa compensación".
"Al contrario, la propia UE nos deja a los pies de los caballos al fomentar importaciones de países terceros que no cumplen los mismos estándares fitosanitarios y medioambientales. Si una sustancia se suprime en Europa por su riesgo sobre el medioambiente, ¿por qué se permite a los de fuera? ¿Acaso no es el mismo medioambiente?", ha planteado.
Dana
Por último, ha subrayado que este año, tras la catastrófica dana, los agricultores y ganaderos valencianos han dado "una lección de solidaridad" sacando los tractores para "rescatar a vecinos, retirar barro y aportar esperanza en medio de la desolación".
"Siete meses después todavía tenemos muchas ayudas por recibir (algunos no recibirán nada) y muchos campos por arreglar. Recuperar el potencial productivo de nuestra agricultura es un paso imprescindible si queremos cuidar nuestro medio ambiente. Y construir las infraestructuras hidráulicas pendientes es un paso necesario si queremos evitar que futuras danas ocasionen tantos daños humanos, materiales y medioambientales", ha finalizado.