VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, continúa tratando de avanzar tanto en la reconstrucción de la provincia de Valencia tras la Dana como en su propia rehabilitación política. Así, y pese a que desde la dirección nacional del PP siguen estudiando la posibilidad de relevarlo, el jefe del Consell prosigue con su objetivo de alcanzar una normalidad que le permita resistir al frente del Gobierno valenciano.

De hecho, varios de los últimos movimientos del presidente pueden interpretarse como ejemplos de su intención de mantener el pulso incluso a Génova para jugar sus opciones de continuidad. El pasado sábado, por ejemplo, acudió al acto organizado por el presidente provincial, Vicente Mompó, en Náquera, una cita en la que se congregaron cerca de un millar de militantes y que sirvió para que Mazón pudiera obtener una imagen de fuerza en el partido, algo que venía necesitando de forma especial en los últimos tiempos.

De la misma manera, y además de la aprobación de los presupuestos, que el presidente utiliza como hito de gestión frente al Gobierno de Pedro Sánchez, Mazón se ha activado en otras cuestiones que están socavando su imagen, como es su relación con las principales asociaciones de víctimas. Así, el jefe del Consell las llamó personalmente días atrás para ponerse a su disposición de cara a un posible encuentro, además de garantizarles que serían incluidas en la comisión de investigación sobre la Dana en Les Corts, algo que inicialmente fue rechazado por PP y Vox.

La respuesta de la Asociación de Damnificados de la Dana Horta Sud fue la de fijar, entre las condiciones, que de producirse un encuentro sea en la 'zona cero' de la Dana, algo que Mazón aceptó casi de inmediato. Un área en la que el presidente de la Generalitat no se había prodigado hasta ahora, especialmente en lo que se refiere a núcleos urbanos, debido al temor de sufrir protestas o abucheos que se vienen sucediendo en muchos actos públicos protagonizados por el jefe del Consell.

No obstante, tal vez por la previsible visita que Mazón deberá protagonizar a la 'zona cero' para el encuentro con las víctimas, el presidente ha comenzado a allanar el camino en los últimos días con pequeños actos en los municipios más afectados; aunque siempre con prudencia en la difusión de los mismos.

Así, el lunes por la mañana, tras acudir a ver los progresos respecto a los s del Circuito Ricardo Tormo; Mazón visitó las obras del puente sobre el barranco del Poyo entre Catarroja y Massanassa. Una breve aparición junto al conseller de Infraestructuras, Vicente Martínez Mus, en la que no hubo convocatoria previa ni presencia mediática, según fuentes de la conselleria por ser una visita imprevista decidida en el mismo momento. El conseller, que sí tenía el acto fijado en la agenda, recibió posteriormente a los alcaldes de los municipios implicados mientras Mazón se marchó previamente a continuar con sus otras citas.

Este miércoles, el presidente de la Generalitat acudió a las 9.30 de la mañana a una empresa de cartones en Picanya, uno de los municipios más afectados por la Dana, sin que figurara en su agenda hasta una hora y media antes, lo que indica que Mazón tiene la intención de comenzar a pisar con mayor asiduidad la 'zona cero' manteniendo cierto control de la difusión de la agenda con el objetivo de tomar la temperatura de sus visitas en las áreas más sensibles. Prueba de las dificultades que aún tiene el presidente con los actos públicos es que este jueves, según informó Las Provincias, fue abucheado por un grupo de asistentes a la comida de fin de curso de la asociación de amas de casa Tyrius en Alzira.