Comunitat Valenciana

Análisis VP

La oposición, atrincherada en 'El Ventorro'

PSPV-Compromís han centrado sus esfuerzos en señalar las carencias del Consell y, en especial, de Mazón, en la gestión del día de la Dana, pero se agotan las ideas y recursos sin que el desgaste logrado haya sido definitivo

  • Baldoví (Compromís) y José Muñoz (PSPV), juntos en Les Corts.
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VALÈNCIA. "Ante una nueva emergencia, Carlos Mazón ha cambiado el Ventorro por una partida de mus". Así rezaba la nota de prensa remitida por el PSPV-PSOE este martes respecto a la imagen ofrecida por el presidente de la Generalitat de una reunión con algunos de sus consellers en torno a una mesa redonda del Palau para abordar el apagón energético sufrido en toda España. Una fotografía que causó -como casi cualquier cosa- diversas bromas y chanzas en la red X al ser comparada con los amplios, sofisticados y poblados escenarios para afrontar la situación de otros gobiernos como el de Cataluña.

Este miércoles, Compromís emitía un video utilizado en campaña por el PPCV de Mazón en el que modificaba el audio para, mostrando diversas imágenes del presidente de la Generalitat, emitir una voz en off a modo de parodia en la que el jefe del Consell, en la que agradece al Partido Popular Europeo el apoyo por su gestión en la Dana  y asegura que les invitará a una paella, para acabar con una imagen de dirigentes de la formación como María José Catalá, Vicente Mompó y Alberto Núñez Feijóo y el mensaje "cómplices".

Dos reacciones dirigidas a encadenar los acontecimientos más recientes a la Dana, con el objetivo de que la gestión de Mazón en la catástrofe siga vigente en el foco mediático, ya sea por haberse producido una emergencia nacional como la crisis eléctrica o por la presencia de los principales dirigentes del PP europeo en València.

No obstante, tal y como informó este diario, el inédito apagón ocurrido el pasado lunes ha supuesto un balón de oxígeno para Mazón, que se enfrentaba a una semana difícil con la séptima manifestación convocada para solicitar su dimisión con motivo de los seis meses de la Dana, y también con un congreso de sus colegas europeos que apuntaba a celebrarse bajo intensas protestas. Sin embargo, la suspensión de la concentración por la crisis eléctrica y la ausencia de Mazón en buena parte del cónclave por estar atendiendo la emergencia, terminaron por difuminar el foco del propio congreso desde el punto de vista más valenciano y, también, en lo que se refiere a atención mediática nacional, con los medios centrados en la consecuencia del apagón.

  • El presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, este miércoles. Foto: EDUARDO MANZANA/EP

Así pues, la oposición ha visto cómo el presidente de la Generalitat ha vuelto a esquivar otra situación comprometida esta semana. Es más, la Generalitat regresaba a la situación de emergencia 1 en las últimas horas y Mazón ponía rumbo a Nueva York este mismo miércoles para una misión comercial que le mantendrá alejado unos días de la Comunitat y que, ya de paso, le ha evitado también tener que asistir a la multitudinaria romería de la Santa Faz en Alicante, un escenario donde se podrían haber producido protestas y abucheos hacia el jefe del Consell que vienen siendo habituales en actos públicos de relevancia.

Por tanto, las hojas del calendario van cayendo y los momentos delicados previstos para el jefe del Consell siguen sucediéndose sin que se produzca ningún cambio de gravedad, es decir, sin que PSPV y Compromís partidos logren su objetivo -si es que esa es la meta- de que se produzca la dimisión voluntaria o forzada de Mazón como presidente de la Generalitat. 

En este sentido, cabe recordar que estas fuerzas políticas señalaban como un momento crítico las fiestas falleras. Bien es cierto que Mazón sufrió en esas fechas, evidenciándose su dificultad para someterse al escrutinio público y evitando acudir a las grandes citas festivas, excepto a su aparición por sorpresa en la cremà. Eso sí, el jefe del Consell aprovechó estos días para anunciar su acuerdo presupuestario con Vox, asumiendo públicamente parte de sus postulados, lo que le hizo concentrar el abrasivo foco mediático nacional en el que ha sido uno de sus momentos más difíciles postdana, y que se prolongó hasta las fiestas de la Magdalena de Castelló, donde tuvo que suspender su visita ante la concentración de personas que le abucheaban. Sin embargo, Mazón contó con el apoyo público de la dirección nacional del PP en estos momentos, bendición incluida al pacto con Vox, por lo que el presidente de la Generalitat continuó sin novedad en su puesto.

El siguiente punto de inflexión que señalaba la oposición fueron las declaraciones de la exconsellera Salomé Pradas y del ex secretario autonómico de Emergencias Emilio Argüeso ante la jueza que instruye el caso de la Dana. Más allá de la importancia de sendos testimonios, no se produjo ninguna manifestación que empeorara significativamente la posición del presidente de la Generalitat. Ahora, el siguiente momento delicado se fijaba en esta semana y, tal y como ha informado este diario, Mazón ha salido del paso con cierta comodidad por la coyuntura del apagón eléctrico nacional.

Llegado este punto, viendo los ataques esgrimidos por PSPV y Compromís al inicio de estas líneas y que no hay moción de censura en el horizonte por la negativa de los socialistas, cabe preguntarse si cuáles es el plan de los partidos de la oposición de ahora en adelante. El desgaste del presidente de la Generalitat en estos seis meses resulta evidente y se antoja difícil que Mazón tenga opciones consistentes de repetir como candidato, pero cabe preguntarse si las críticas de la oposición no han entrado ya en una fase de saturación donde no se genera un mayor desgaste del presidente ante la ciudadanía, sino en una etapa de hastío y desafección hacia la ofensiva de estos partidos.

De ser así, y dado que la evolución de los sondeos no señala, ni mucho menos, un extraordinario beneficio para las fuerzas beligerantes, parece lógica la reflexión sobre si eternizar el discurso sobre El Ventorro, si no hay novedades informativas, sigue siendo el camino adecuado para PSPV y Compromís. Especialmente cuando ambos partidos tienen sus permanentes lastres en la escena nacional protagonizados por compañeros (Pedro Sánchez) y aliados (Sumar) que, como ya se vio en las últimas elecciones generales, pueden funcionar más como carga adicional que como ayuda extra.

En este punto, resulta inevitable discutir sobre la potencia de los liderazgos en la oposición para aprovechar la crisis sufrida por el Gobierno valenciano. La ministra y líder del PSPV, Diana Morant, con un pie en dos mundos (Moncloa y Comunitat), no termina de rentabilizar lo acaecido de forma inequívoca y personificada; mientras que el portavoz de Compromís, Joan Baldoví, está muy lejos de representar de forma mediática y transversal lo que significó Mónica Oltra en su día, sin que esto parezca ser una prioridad o cause inquietud notable en la coalición valencianista. 

El problema no es fácil de resolver para la oposición. Regresar a asuntos cotidianos de fiscalización al ejecutivo valenciano sería, así lo ven, como contribuir a normalizar una situación que ha sido terrible y catastrófica. Sin embargo, continuar con el concurso de decibelios sobre quién puede gritar más fuerte "¡Ventorro!" parece haber perdido cierto sentido hasta que no aparezca ninguna nueva información que contradiga la versión oficial en la tarde de la Dana.  

 

 

 

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