VALÈNCIA. Adiós a València Activa. El Ayuntamiento de PP y Vox pone fin a veinte años de una fundación municipal de empleo que nació en 2005 bajo el mandato de Rita Barberá y que se disolverá durante la istración de la también ‘popular’ María José Catalá. Este viernes el gobierno municipal anunció que liquidaba la Fundación València Activa del Pacto para el Empleo de la Ciudad de València con la justificación de “optimizar” los recursos públicos y “evitar duplicidades”. “Se acabó el chiringuito”, llegó a decir el actual responsable de Empleo, el edil de Vox, José Gosálbez al anunciar su determinación de finiquitar el ente.

Aunque desde el gobierno local sostienen que la liquidación se viene contemplando desde hace meses y responde a criterios de “eficiencia istrativa”, lo cierto es que la decisión de desmantelar València Activa llega en plena investigación de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil al anterior responsable del organismo, el edil de Vox Juan Manuel Badenas, por presunta corrupción en contratos suscritos a través de la fundación. En concreto, el PSPV cifra en 310.000 euros la cantidad total adjudicada por Badenas a través de València Activa de manera presuntamente irregular.

Constituida en 2005

Esta fundación municipal nació en mayo de 2005 a raíz del II Pacto por el Empleo, firmado en octubre de 2004 por el Ayuntamiento, sindicatos (UGT-PV y CCOO-PV) y las organizaciones empresariales (CEV y CEPYMEV). La fundación se creó con el objetivo de fomentar el empleo, la formación y el emprendimiento, especialmente entre colectivos con mayores dificultades de inserción en el mercado laboral. Uno de los principales servicios de València Activa es la agencia de empleo, un instrumento que conecta a personas desempleadas con empresas. Ofrece formación para mejorar la empleabilidad y selecciona perfiles que se ajustan a las necesidades del tejido empresarial.

Unas funciones que Gosálbez aseguró que se seguirán prestando directamente a través de las concejalías de Empleo y Emprendimiento. De hecho, el responsable de Empleo avanzó que la veintena de empleados de la fundación -a excepción de los dos subdirectores- se integrarán como personal del Ayuntamiento.

Unos empleados que han conocido la noticia de la liquidación casi al tiempo que Gosálbez la comunicaba a la prensa. Los trabajadores esperan que tanto sus puestos de trabajo, como sus condiciones laborales y las políticas de empleo que llevan a cabo en la fundación puedan desarrollarse de igual forma una vez integrados en la concejalía. Sin embargo, lamentan que se traslade la imagen de que la fundación es “un chiringuito opaco e ineficaz” y ponen en valor la labor de València Activa durante veinte años pese a los escándalos de los últimos meses.

Foco de inestabilidad

Más allá de los hechos que ahora investiga la Fiscalía relacionados con los presuntos delitos de Badenas, lo cierto es que la fundación se ha visto inmersa en varios conflictos. En esta legislatura, el organismo municipal ha sido un foco de polémicas e inestabilidad. Una inestabilidad que ha tenido su reflejo directo en los cambios de gerencia, y es que en menos de dos años han sido tres los gerentes de la fundación que han abandonado.

La primera fue Isabel Rubio, nombrada a principios de mandato cuando la concejalía de Empleo todavía dependía del Partido Popular. Tras entrar Vox en el ejecutivo y asumir la gestión de este área, Rubio acabó solicitando su cese tras trasladar su incomodidad por los cambios impulsados por Badenas, especialmente en políticas de empleo femenino. Después de Rubio pasó a ocupar la gerencia Concha Ramada en mayo de 2024.

Sin embargo, tras solo siete meses en el cargo Ramada también decidió renunciar. Según algunas fuentes internas su renuncia se produjo también por discrepancias con la concejalía que dirigía Badenas. El tercer gerente del mandato todavía fue más breve y es que tras la salida de Ramada, Badenas fichó a Francisco Juan Espinós, un nombramiento que suscitó discrepancias en algunos patronos porqué consideraban que su formación no se ajustaba al perfil. Tan solo tres meses después de tomar posesión del cargo, Espinós también decidía abandonar València Activa justo tras estallar el escándalo del presunto amaño de contratos por parte de Badenas.

Pero además de los sucesivos cambios en la gerencia, Badenas también intentó utilizar la fundación para desplegar la ‘batalla cultural’ de Vox a través de un polémico cambio de los estatutos de València Activa para según el edil “desideologizarlos”. Así, se borró el término 'mujer' de uno de sus artículos para sustituirlo por 'todas las personas', eliminando de esta manera el objetivo de impulsar políticas de empleo femenino. Una decisión que no solo contó con el rechazo de los sindicatos del Pacto por el Empleo sino que provocó un choque con los socios ‘populares’.

Despidos judicializados

La fundación también tiene en marcha dos litigios por el despido de dos extrabajadoras, una de ellas la antigua jefa de comunicación. Y es que en los audios que se filtraron de Badenas y que destaparon el presunto amaño de contratos, el edil de Vox reconocía a uno de sus colaboradores  que había "que quitarla porque es una persona que está pasando la información a los otros", en referencia a la oposición.

Tirón de orejas de la Intervención en 2020

Pero las polémicas en torno a este organismo autónomo no se circunscriben solo a este mandato. Y es que en 2020 un informe de la Intervención General del Ayuntamiento de València detectó irregularidades en el nombramiento de los subdirectores Mar Marín y Javier Mateo -actualmente concejal del PSPV- realizados en 2017 y 2018 cuando la Fundación estaba en manos de la socialista, Sandra Gómez. La Intervención señaló que se efectuaron sin respetar los principios de mérito, capacidad, publicidad y concurrencia.

Además, estos puestos no estaban contemplados en los estatutos de la Fundación, por lo que carecían de soporte jurídico. La Agencia Valenciana Antifraude también investigó estos nombramientos y concluyó que se realizaron "a dedo", sin justificar adecuadamente la idoneidad de los candidatos. En respuesta a estas advertencias, la Fundación modificó sus estatutos para incluir formalmente los cargos de subdirección y cambió el proceso de designación. El informe también reprobaba la renovación de varios contratos temporales sin proceso selectivo. Precisamente Gosálbez ha mencionado este informe de la Intervención para justificar que la fundación acumula problemas desde antes de que Vox asumiese su gestión.

Con la justificación de mejorar la eficiencia istrativa y amparándose en un borrador de la Dirección General del Sector Público sobre la racionalización de las fundaciones municipales, Catalá disuelve un ente con veinte años de trayectoria justo en el momento en el que se encuentra en el foco mediático a raíz de los escándalos de Badenas. ¿Muerto el perro, se acabó la rabia?