VALÈNCIA. La "Propuesta de delimitación de el área de reparto en la zona nordeste de suelo urbano de uso residencial en el municipio de Massanassa" fue redactada antes de la fatídica Dana del 29 de octubre de 2024, que dejó 13 muertos en este municipio de l'Horta Sud. El documento fue finalmente aprobado en el pleno extraordinario del 23 de diciembre de 2024, sin ningún tipo de modificación o actualización en cuanto a la inundabilidad del municipio, de acuerdo con la catástrofe vivida hace seis meses y las afecciones derivadas sobre los terrenos que se quieren urbanizar.
La finalidad de establecer esta área de reparto es poder transformar, después de más de 30 años, 10.000 metros cuadrados de suelo clasificado como urbano en los cuales el PGOU de 1989 prevé la creación de una área dotacional educativa, la construcción de una finca de 4 pisos y un parque. Teniendo en cuenta la proximidad de los terrenos a urbanizar en la rambla del Poyo, ubicados a tan solo 200 metros del barranco, Acció Ecologista-Agró ha participado en el proceso de consulta pública presentando 17 alegaciones al documento. El grupo ecologista denuncia principalmente que en el borrador no se especifique y se obvie que la zona coincidente con el ámbito de actuación ha sido una de las que más afectadas se vieron en Massanassa el pasado 29 de octubre, donde el agua llegó hasta dos metros de altura. También que se haya utilizado planes de inundación que han quedado desfasados para valorar el riesgo.
Además, desde Garza critican que, junto a dos escuelas públicas que tienen que ser derrocadas a consecuencia de la Dana, el IES Ausiàs March y el CEIP Lluís Vives, la "delimitación permitirá el desarrollo urbanístico de su ámbito". En concreto, "urbanizar el suelo para la construcción de viviendas". "A pesar de que segundos expresaron los representantes políticos en el pleno de diciembre, se tendrá que ver, debido a la inundabilidad de la zona y del municipio, qué se hace y cómo en esa área", añaden desde la entidad ecologista.
A pesar de la proximidad al barranco y de la afección de los terrenos por la riada del 29 de octubre, los impactos sobre el medio ambiente y la sociedad son irrelevantes, tal como se indica en la propuesta, puesto que la superficie a urbanizar no es muy extensa, unos 10.000 metros cuadrados. Para Agró este es un juicio subjetivo y no técnico que persigue salir adelante la tramitación sin realizar una evaluación ambiental y territorial estratégica, tal como se concluye. "Cualquier actuación territorial tiene efectos, más encara teniendo en cuenta el valor de los terrenos afectados por delimitación del área de reparto catalogados como huerta de muy alta calidad productiva y el impacto sobre los mismos por la Dana", explican.
Y, añaden, "hacen falta alternativas que adaptan los municipios a la realidad del cambio climático, y no propuestas de urbanización que incrementan la peligrosidad de sus efectos sobre los núcleos poblacionales". Motivo por el cual la entidad ha solicitado la paralización del expediente, la documentación del cual como mínimo tiene que ser revisada y actualizada. En contraposición, proponen la creación de un anillo verde que proteja Massanassa y Alfafar (Parque Alcosa) de futuras inundaciones. Las tierras con vegetación y cultivadas actúan como esponjas en caso de inundación, especialmente necesario en esta zona de Massanassa que fue por donde entró el agua en el municipio.
