VALÈNCIA. Una nueva resolución judicial ha dado la razón a los restaurantes de La Marina al paralizar la orden de cierre emitida por el Ayuntamiento de València. El fallo se suma a uno anterior que ya había estimado la medida cautelar solicitada por algunos locales de hostelería cercanos al edificio Veles e Vents contra la decisión muninicipal de decretar el cierre de los negocios al haber finalizado su concesión, que piden mantenerse hasta que se licite su explotación.

La última sentencia, emitida el pasado 29 de mayo por el juzado de lo Contencioso istrativo 1 de Valencia a raíz del recurso de uno de los propietarios, expone que "llevar a cabo la resolución de cierre no conlleva un beneficio al interés general, pudiéndose acordar su cierre en una resolución posterior con audiencia del Ayuntamiento demandado y en aplicación del principio de contradicción".

El juzgado, en ese sentido, asegura que toma la decisión "teniendo por un lado el interés del arrendatario en continuar ejerciendo la actividad de restauración, y que el cese inmediato supondría un perjuicio irreparable".

Asimismo, señala que el interés general de la ciudadanía queda amparado por la orden de cierre del consistorio pero "ponderando ambas circunstancias" y atendiendo al criterio ya manifestado en el fallo anterior, "procede de forma cautelar acordar la suspensión del acto, todo ello sin perjuicio de dar audiencia al Ayuntamiento demandado y confirmar o revocar esta resolución".

Sobre el fondo de la cuestión, el juzgado insiste en que "las vicisitudes que deriven del contrato de arrendamiento deben dilucidarse en dicho marco y no de forma arbitraria mediante una resolución", por lo que las partes deben acudir al "procedimiento ordinario correspondiente", que es la vía civil.